DOCTRINA Y VIDA CRISTIANA

La Nueva Creación:
“La Organización de la Nueva Creación”
Parte I

LAS “PIEDRAS VIVAS” PARA EL TEMPLO ESPIRITUAL — LA NUEVA CREACIÓN NOMINAL CON RELACIÓN A LA REAL — EL “MISTERIO DE DIOS” Y EL “MISTERIO DE LA INIQUIDAD” — LA ORGANIZACIÓN DEL GRAN ANTICRISTO — LAS ESCRITURAS SON DIGNAS DE FE — LIBERTAD PERMITIDA EN EL MUNDO Y EN LA CRISTIANDAD — EL ORDEN FUERA DE LA CONFUSIÓN — “AL DEBIDO TIEMPO” — “LOS FINES DE LOS SIGLOS” — LA VID PLANTADA POR EL PADRE — “LOS DOCE APÓSTOLES DEL CORDERO” — PABLO, EL SUCESOR DE JUDAS — EL NÚMERO DE LOS APÓSTOLES ES LIMITADO A DOCE — LA MISIÓN APOSTÓLICA — CARACTERES FUERTES DE LOS APÓSTOLES — EL APÓSTOL PABLO “NO FUE INFERIOR EN NADA” A LOS OTROS APÓSTOLES — LA INSPIRACIÓN DE LOS DOCE — VIGILANCIA DIVINA DE LOS ESCRITOS DE LOS APÓSTOLES — “SOBRE ESTA ROCA EDIFICARÉ MI IGLESIA” — ARMONÍA DE LOS EVANGELIOS — LLAVES DE LA AUTORIDAD — INFALIBILIDAD APOSTÓLICA — EXAMEN DE ALGUNAS OBJECIONES — “UNO ES VUESTRO MAESTRO” — LA IGLESIA VERDADERA ES “EL REBAÑO DE DIOS” — APÓSTOLES, PROFETAS, EVANGELISTAS, MAESTROS — LA ORGANIZACIÓN DE LA NUEVA CREACIÓN POR EL SEÑOR ES ABSOLUTAMENTE PERFECTA — ES TAMBIÉN SU SUPERINTENDENTE — LOS DONES DEL ESPÍRITU SE ACABARON CUANDO NO FUERON MÁS NECESARIOS — UNIDAD DE LA “FE QUE DE UNA VEZ PARA SIEMPRE FUE ENTREGADA A LOS SANTOS” — LA UNIDAD POR FUERZA ES ANTICRISTIANA — OBISPOS, ANCIANOS, DIÁCONOS — VERDADERO SIGNIFICADO DE “PROFETA” — LA HUMILDAD ES ESENCIAL PARA LA CALIFICACIÓN DEL ANCIANO — OTRAS CALIFICACIONES NECESARIAS — DIÁCONOS, MINISTROS, SIERVOS — LOS MAESTROS [LOS QUE ENSEÑAN–TRAD.] EN LA IGLESIA — MUCHOS DEBERÍAN SER CAPACES DE ENSEÑAR — “HERMANOS MÍOS, NO OS HAGÁIS MAESTROS MUCHOS DE VOSOTROS” — “NO TENÉIS NECESIDAD DE QUE NADIE OS ENSEÑE” — “EL QUE ES ENSEÑADO” Y “EL QUE ENSEÑA” — PAPEL DE LA MUJER EN LA IGLESIA — LAS MUJERES COMO COLABORADORAS — “QUE SE CUBRA”


Así como la Nueva Creación no alcanzará su perfección o su terminación hasta la Primera Resurrección, así su organización se acabará sólo entonces. La forma de la pirámide ilustra esto: como piedras vivas, ahora somos llamadas o invitadas a obtener un sitio en el templo glorioso y, como lo explica el Apóstol (1 Ped. 2:5), venimos a Jesús quien, en calidad de representante del Padre, nos forma, nos cincela, nos ajusta y nos pule para colocarnos en el glorioso Templo del futuro — el lugar de reunión de Dios con el mundo. Lo mismo que en el templo típico construido por Salomón, cada piedra fue completamente preparada en la cantera para estar colocada en el edificio, así es para nosotros: todo el trabajo de preparación se hace en la vida presente. Lo mismo que en el tipo cada piedra cortada fue puesta en su sitio sin que se oyera el ruido del martillo, así es en el antitipo: las piedras vivas que ahora se someten alegremente a la preparación que les hace experimentar el Señor, serán completamente organizadas bajo él, la piedra de cumbre, cuando sean unidas con él, más allá del velo, sin confusión, sin que necesite allí algún otro arreglo (o preparación).

Sin embargo, las Escrituras reconocen una unidad o un parentesco entre estas piedras vivas durante el período de su preparación. En realidad, ellas van aun más lejos y reconocen una organización temporal que le permite a cada miembro del Reino en perspectiva colaborar con el gran Maestro y Empresario en la obra preparatoria consistente que “edifica uno al otro en la santísima fe”, para ayudarse mutuamente en la formación de caracteres conforme a las normas del modelo, nuestro Señor Jesús. Examinando con cuidado los arreglos divinos para el tiempo actual, muchos pueden estar sorprendidos de descubrir la gran libertad que el Señor ha dejado a cada miembro individual de la Nueva Creación, pero cuando reconocemos el hecho que él busca a adoradores de buena voluntad, sacrificadores bien dispuestos, por amor del Señor y de los principios de justicia, que entregan su vida a favor de los hermanos y para colaborar con él, entonces es claro que el plan escogido por el Señor de conceder una gran libertad es el mejor plan — el que prueba más seguramente la lealtad del corazón, desarrolla más completamente el carácter y pone a prueba la voluntad de cada uno de seguir con otros la Ley de Amor, haciendo con otros lo que quisiera que ellos le hicieran.

Tal libertad, o tal independencia relativa, es bien adaptada al objetivo del Señor en el tiempo presente: la selección de los miembros del rebaño pequeño y su perfeccionamiento de carácter, su instrucción para el Sacerdocio real del futuro. En cambio, ella estaría totalmente fuera de línea e insuficiente para la obra de la conversión del mundo que, según lo que se supone generalmente, el Señor está haciendo. Es a causa de la doctrina falsa (esta suposición que Dios encargó a la Iglesia con conquistar al mundo y someterle toda cosa durante la Edad actual), que muchas personas de buen juicio se maravillan a la sencillez de la organización de la Iglesia por el Señor y los apóstoles. Dándose cuenta que tal arreglo sería insuficiente para convertir al mundo, los hombres se propusieron perfeccionar la organización como lo vemos en diversas organizaciones eclesiásticas de la Cristiandad. Una de ellas es el Papado, una de las organizaciones más pérfidas y poderosas que se pueda imaginar. El sistema episcopal metodista también es de primera clase, pero sobre un plano más elevado; él gobierna una clase diferente. Es la organización completa de estos dos grandes sistemas que les dio su éxito y su poder en “el mundo cristiano”. En el transcurso de nuestro estudio, veremos que estos sistemas y todas las “iglesias” humanas, en sus organizaciones, son completamente diferentes de la Iglesia que el Señor instituyó, que los caminos de ellos no son sus caminos, lo mismo que sus planes no son los planes de él; así como son más altos los cielos que la tierra, así son los caminos del Señor más altos que los del hombre (Isaías 55:8, 9). Dentro de poco, los hombres de corazón sincero verán que se equivocaron ampliamente abandonando la sencillez de Cristo y tratando de ser más sabios que Dios en la conducta de su obra. Los resultados demostrarán su sabiduría y la locura del hombre.

LA VERDADERA NUEVA CREACIÓN Y LA NOMINAL

Lo mismo que en el pueblo típico todos eran Israelitas de nombre, pero pocos en comparación eran “Israelitas verdaderos”, así en el antitipo no debemos estar sorprendidos de encontrar una Iglesia de nombre [o iglesia nominal —Trad.] tanto como una Iglesia real, una Nueva Creación nominal tanto como una Nueva Creación real. Desde que el Cristianismo, hasta cierto punto, se hizo popular, “la cizaña” — “el trigo de imitación” — ha infestado siempre el campo de trigo, pretendiendo ser el verdadero trigo. Por muy difícil que pueda ser para un hombre que no puede leer los corazones para determinar lo verdadero de lo falso, el trigo de la cizaña, el Señor nos asegura que conoce los corazones, que “conoce a los que le pertenecen”. En realidad, él espera que sepamos distinguir entre las verdaderas ovejas y los lobos en ropa de oveja, y entre la verdadera vid que lleva los verdaderos frutos y las espinas y los cardos que pueden procurar hacerse pasar por miembros de la verdadera Vid; el Señor nos dice hacer esta distinción. No obstante, él no le permite a su pueblo ir más allá de este juicio general, más allá de un examen liberal de las características generales exteriores. Él declara: “No juzgue nada antes del tiempo”. Entre aquellos que vosotros reconocéis como sarmientos legítimos de la Vid, no tratáis de decidir el tiempo que les faltará para producir los frutos maduros. Debemos dejar esto al Padre, el Viñador que corta cada sarmiento, y que finalmente, suprimirá todo sarmiento o todo miembro que “no lleva fruto”. Lo dejamos por lo tanto al Viñador el cuidado de podar la “Vid” (de corregir a cada verdadero miembro consagrado de la Iglesia de Cristo), de proceder a la excomunión, reconociendo que es él quien plantó, roció y favoreció el crecimiento de cada sarmiento en la verdadera Vid. Debemos encontrar en cierta medida el espíritu de la Vid en cada sarmiento o miembro que debemos animar y ayudar en su crecimiento. El amor debe ser la ley entre todos estos sarmientos y es solamente en la medida en que se escucha la Palabra divina (y nada más allá de su autorización) que cualquier sarmiento tiene el derecho de criticar, de censurar o bajo otros aspectos de cortar o de hacer lo que esté en contra de otro sarmiento. Al contrario, el espíritu de amor debe incitar a la misericordia, a la bondad, a la longanimidad y a la paciencia hasta los mismos límites permitidos por el gran Viñador, los límites que, como ya hemos sugerido, son anchos y liberales, están destinados a desarrollar el carácter de cada sarmiento.

Todo esto es diferente en algunas organizaciones humanas en la proporción donde han descuidado o abandonado la sencillez del arreglo divino. Ellas han establecido reglas arbitrarias para decidir quien puede ser reconocido como miembro o sarmiento de la Vid, y quien no puede estar admitido plenamente en la comunión; ellas han hecho intervenir preguntas pecuniarias, establecido diversas reglas y reglamentos que no hicieron las Escrituras, fijado numerosos credos y confesiones de fe que las Escrituras no fijaron, prescrito en caso de infracción penas que no impusieron las Escrituras, y establecieron reglamentos tocantes a la privación temporal del amor fraternal, la excomunión, etc. en oposición con toda autorización dada a la Iglesia verdadera — el Cuerpo de Cristo, la verdadera Vid, la Nueva Creación.


(La siguiente parte del libro “La Nueva Creación” se publicará en la edición de noviembre-diciembre de 2013)


Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba