Lecciones desde el Río Jordán

“Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella. Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros”
– Deuteronomio 1:31-32.

MÁS DE TRES MIL AÑOS han pasado desde que los Israelitas siguieron las instrucciones de nuestro texto principal y cruzaron el río Jordán, entrando por primera vez en la tierra prometida a sus antepasados. El río Jordán ha desempeñado un papel importante en la historia del pueblo escogido por Dios, al leer en las Escrituras podemos ver el significado de los acontecimientos referentes a Israel. Aunque Israel como nación en la actualidad no ve la mano de Dios en sus asuntos o los simbolismos contenidos con referencia al río Jordán, los estudiantes de la Biblia ven estos acontecimientos con el poder que ilumina el Espíritu Santo de Dios. Esto es particularmente verdad pues el tiempo se acerca para el establecimiento en la tierra del Reino de Dios a través de Cristo.

Muchos de los acontecimientos excepcionales en el Israel antiguo y que tuvieron un significado típico, fueron asociados al río Jordán. Dios dio instrucciones a Israel para ir por la zona Este del Mar Muerto y cruzar el río Jordán para entrar a Canaán. Hubiera sido mucho más simple si hubieran ido por el lado Oeste del Mar Muerto y no cruzarlo. Sin embargo, fue requerido así porque nuestro Padre Celestial nos estaba dando una lección valiosa con respecto a nuestro caminar consagrado en esta nueva forma de vida. También recordamos como el río Jordán estuvo presente en muchas de las experiencias de Elías y Eliseo, la mayoría de ellas registradas en el segundo libro de Reyes. David también tuvo sus experiencias en el río Jordán las cuales tienen una significación típica y es significativo porque Jesús fue bautizado allí.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL RÍO JORDÁN

Estas características llegan a ser más comprensibles cuando observamos que el río Jordán corre de Norte a Sur y casi en media longitud de todo Israel. Esto ilustra ciertas características del Plan de Dios para las edades y fue a través de Josué que Dios dividió la tierra entre las tribus de Israel. El río tiene su inicio en la frontera septentrional de Palestina en los lados del monte Hermón, y 150 millas (93 kilómetros aproximadamente) al Sur, el río termina en el Mar Muerto, también llamado el mar de la sal. Entre estos dos puntos, el mar de Galilea es una señal excepcional a través del cual fluye el río Jordán.

Hay también ciertas características físicas del agua en sí misma. Pues el pequeño río nace en las alturas del monte Hermón, es dulce, puro y continúa recorriendo su camino tan lejos hacia el mar de Galilea. Inmediatamente al salir de Galilea comienza a recorrer las cuestas, la sal que arrastra de los bancos y la cama del río son llevados hacia el Mar Muerto o Mar de la Sal que se contamina hasta tal punto que ninguna vida existe allí. Se estima que cada año 850,000 toneladas de sal son añadidas al Mar Muerto por las aguas del río Jordán. Además, vemos la pendiente rápida del río desde lo alto en las montañas de Palestina septentrional, a lo largo de su longitud de 150 millas (93 kilómetros aproximadamente), pues tiene una profundidad de 1,300 pies bajo el nivel del mar en el Mar Muerto. Esto explica porque al río Jordán se le ha dado ese nombre, porque significa “el que desciende”.

UN CUADRO DEL PLAN DE DIOS

Las aguas principales del río Jordán están en el monte Hermón, representando el trono de Dios, del cual el salmista David dijo, “Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sión; Porque allí envía Jehová bendición, Y vida eterna” (Salmo 133:3). Cuando fueron creados nuestros primeros padres, el agua pura de la vida descendió del trono de Dios hacia Adán y Eva, las instrucciones fueron dadas a Adán que se multiplicara y llenara la tierra con una raza perfecta de criaturas humanas. Esto fue dependiente del agua pura de vida, pues fluiría hacia afuera y abarcaría la tierra entera.

Sin embargo, con el pecado por la desobediencia de nuestros primeros padres, estas aguas puras se contaminaron y lo que debe haber sido una bendición para el hombre se convirtió en una maldición. Desde la caída, por cada generación que pasa, el hombre ha degenerado la perfección original de Adán. La familia humana se está convirtiendo mas contaminada con pecados y errores en las profundidades de la depravación humana y la desesperación representadas por el Mar Muerto. La familia humana en su conjunto puede ser representada por el Mar Muerto, la condición de la muerte Adámica.

Las aguas del Mar Muerto están contaminadas y los pantanos salados que rodean la ribera de la playa tienen mal olor, por siglos no ha existido ningún habitante en sus orillas. Sin embargo, no ha sido siempre así. Las pruebas en las Escrituras manifiestan que Dios puso una maldición especial sobre esa área, cuando Sodoma y Gomorra fueron destruidas. A su debido tiempo, esta maldición será levantada cuando se establezca el Reino de Cristo, de modo que estas áreas serán habitadas de nuevo con una población próspera. Antes que esta maldición fuera colocada sobre la región, la Escritura menciona, “Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra” – Génesis 13:10.

(LA SEGUNDA PARTE DE ESTE ARTICULO SE PUBLICARA EN EL NUMERO MARZO-ABRIL 2010)