Lección dos

Reconstrucción del tempo de Israel

Versículo Clave: “Y los ancianos de los Judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía de Hageo profeta, y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron pues, y acabaron, por el mandamiento del Dios de Israel, y por el mandamiento de Ciro y de Darío, y de Artajerjes rey de Persia”.
—Esdras 6:14

Escrituras Seleccionadas:
Esdras 6:1-15

ALGÚN TIEMPO después de la muerte del Rey persa Ciro, los adversarios de los judíos enviaron una carta al Rey Artajerjes, acusando falsamente a los israelitas de reconstruir la ciudad. (Esdras 4:7-16) De hecho, en ese momento los Israelitas estaban construyendo el templo. Sin embargo, los enemigos astutos del pueblo de Dios hicieron que el rey crea que era la ciudad y sus paredes se estaban construyendo. En consecuencia, el rey ordenó que toda la reconstrucción cesara.—versículos 17-24

Pasaron años sin que se hicieran más trabajos para reconstruir el templo. Dios suscitó dos profetas, Hageo y Zacarías, y a través de ellos “despertó el espíritu de Zorobabel”, gobernador de Judá y “el espíritu de Josué”, el gran sacerdote “y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron e hicieron obra en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios”.—Esdras 5:1; 6:14; Hag. 01:14

Los enemigos de Israel nuevamente se esforzaron por obstaculizar el trabajo, preguntando con qué autoridad reanudaban la reconstrucción del templo. Los líderes judíos contestaron que era mediante la autoridad de su Dios y que el Rey Ciro había emitido un decreto.—Esdras 5:3-16

Se envió una carta a Darío, ahora el rey de Persia, [un rey posterior a "Darío el Medo" de Daniel 5:31], pidiendo que se realizara una investigación para descubrir si se había emitido dicho decreto. Se buscaron los registros y se encontró el decreto de Ciro. Entonces, Darío hizo una proclamación “Dejad la obra de la casa de este Dios al principal de los Judíos, y a sus ancianos, para que edifiquen la casa de este Dios en su lugar”.—Esdras 6:1-7

El Rey Darío también comentó que “Y lo que fuere necesario, becerros y carneros y corderos, para holocaustos al Dios del cielo” y también “trigo, sal, vino y aceite” se proporcionaran “cada un día sin obstáculo alguno: para que ofrezcan olores de holganza al Dios del cielo, y oren por la vida del rey y por sus hijos.—versículos 8-10

Como resultado de este decreto favorable de Darío y las palabras de aliento de los profetas de Dios, Hageo y Zacarías, la reconstrucción del templo fue completada en el sexto año del reinado de Darío.—versículos 14,15

Hubo mucho regocijo cuando el templo fue finalmente completado y se dedicó con mucha ceremonia. Hageo, uno de los profetas utilizados por Dios para despertar el espíritu del pueblo para reanudar y completar la reconstrucción del templo, también profetizó sobre una “casa” aún mayor. Leemos: “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco…Y haré temblar a todas las gentes, y vendrá el Deseado de todas las gentes; y henchiré esta casa de gloria, ha dicho Jehová de los ejércitos”.—Hag. 2:6,7

Pablo cita de los versículos anteriores y los aplica a la actualidad de gran “conmoción”, que prepara al mundo para el reino del Mesías. (Heb. 12:26-28) La “casa” que Hageo dijo que el Señor llenaría con su gloria es el templo simbólico de Dios, el cual es Cristo y su iglesia en gloria, la fase espiritual del reino.