ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección uno
La proclamación de Ciro
Versículo Clave: “¿Quién hay entre vosotros de todo su pueblo? Sea Dios con él, y suba a Jerusalem que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel, la cual está en Jerusalem”. Escrituras Seleccionadas: |
LOS SETENTA años de cautiverio de Israel comenzaron bajo el Rey Nabucodonosor de Babilonia y continuó luego de la caída de Babilonia en el ascenso del Imperio Medo-Persa. (Jer. 25:9-11; 2 Cr. 36:22,23) Luego de setenta años, “excitó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia” para hacer una proclamación otorgándoles la libertad a los cautivos judíos, incluidas las disposiciones de cubrir el costo de su regreso y la reconstrucción del templo. Todos los hebreros fueron llamados a contribuir con lo que pudieran a este emprendimiento.—Esdras 1:1-6
¿Cómo suscitó el Señor al espíritu de Ciro para emitir esta declaración? La respuesta a esta pregunta es que el Profeta Daniel había estado, durante un breve período, en estrecho contacto con el Rey Ciro y fue utilizado por Dios para dirigir al rey en lo que debía hacer. Daniel era un hombre joven cuando comenzaron los setenta años de cautiverio y fue reclutado al servicio del Rey Nabucodonosor de Babilonia. Nabucodonosor fue sucedido por el Rey Belsasar, que a su vez fue sucedido por “Darío el Medo”, quien lo colocó a Daniel “sobre todo el reino”. (Dan. 5:30,31; 6:1-3) “Daniel prosperó en el reino de Darío y durante el reinado de Ciro, Persa”, el sucesor de Darío.—Dan. 06:25-28
Durante el primer año del reino de Ciro, emitió una proclamación de libertad de los hebreos cautivos, permitiéndoles regresar a Jerusalén y, como nuestro Versículo Clave indica “edificase casa a Jehová Dios de Israel”. Daniel habría sido un hombre mayor durante el primer año del reino de Ciro. (Dan. 1:21) Al final de los setenta años de la cautividad de Israel, Daniel habría dado fiel testimonio al Rey Ciro sobre la función que Dios había diseñado en la realización del propósito divino del regreso de Israel a su tierra.
Daniel fue un estudiante del Mundo de Jehová, incluida la profecía de Jeremías sobre los setenta años de la cautividad de Israel. (Jer. 25:11,12; 29:10; Dan. 9:2) También habría sabido sobre la profecía de Isaías, registrada casi 150 años antes, sobre el uso de Dios de Ciro como su “ungido”, es decir, el designado divinamente para proclamar la libertad a los hebreos. Daniel también habría sido consciente que, como el ungido del Señor, Ciro sería un “pastor”, simbólicamente hablando, uno que “cumplirá” todo lo que el Señor ordene. Daniel sabía que esto incluirá cada disposición para el cuidado y protección de los hebreos con relación con su regreso a Jerusalén y la reconstrucción del templo.—Isa. 44:28; 45:1-4
Daniel también puede haber señalado a Ciro la información revelada en el sueño de Nabucodonosor, en el que los cuatro poderes mundiales sucesivos fueron representados por el oro, la plata, el bronce y el hierro en una gran imagen de aspecto humano. (Dan. 2:31-38) En este sueño, la “cabeza de oro” representaba al Imperio Babilónico. Este imperio fue sucedido por “pecho y…brazos de plata”, representando al imperio Medo-Persa, durante el cual Ciro gobernó. Daniel habría explicado que la autoridad de Ciro para gobernar había sido dada por “el Dios del cielo”, lo que evidentemente despertó el espíritu del rey para actuar de la forma en la que lo hizo. Qué agradecidos deberíamos estar mientras observamos al ver las providencias dominantes de Dios relacionadas con su pueblo elegido, Israel, y a aquellos como Ciro, que tenía el carácter adecuado para ser utilizado de forma especial por Jehová.