ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Tres

Un lugar de sepultura para Sara

Versículo Clave: “Y [Abraham] habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad que yo sepulte mi muerto de delante de mí, oídme, é interceded por mí con Ephrón, hijo de Zohar, Para que me dé la cueva de Macpela, que tiene al cabo de su heredad: que por su justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros.”
—Génesis 23:8,9

Escrituras Seleccionadas:
Génesis 23:1-20

LA FE DE ABRAHAM ES un tema central en el plan de Dios. Durante toda su vida y sus varias demostraciones de fe, Sara estaba al lado de Abraham. Por lo tanto, Jehová cambió sus nombres originales, Abram y Sarai a otros nuevos acordes con su fidelidad. “Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. Y multiplicarte he mucho en gran manera, y te pondré en gentes, y reyes saldrán de ti. …Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre. Y bendecirla he, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos serán de ella.”—Gén. 17:5,6,15,16

Este testimonio del Todopoderoso dice mucho sobre el carácter de estos dos cimientos de una gran nación. “¡Escúchenme, todos los que tienen esperanza de ser liberados, todos los que buscan al SEÑOR! Consideren la piedra de la que fueron tallados, la cantera de la que fueron extraídos. Sí, piensen en Abraham, su antepasado, y en Sara, que dio a luz a su nación. Cuando llamé a Abraham, era un solo hombre; pero, cuando lo bendije, se convirtió en una gran nación.”—Isa. 51:1,2, Nueva Traducción Viviente

El apóstol Pablo declara que somos hijos espirituales de Abraham si tenemos una fe tan fuerte como la de él: “Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe?, Así Abraham creyó a Dios y le fue contado como justicia. Por consiguiente, sabed que los que son de fe, estos son hijos de Abraham.”—Gál. 3:5-7 Versión Estándar en Inglés

Unos de los últimos actos de fe de Abraham se muestra en la lección de hoy al adquirir un lugar de sepultura para Sara. Leemos sobre su respetuosa negociación con los hititas: “Entre ustedes yo soy un extranjero; no obstante, quiero pedirles que me vendan un sepulcro para enterrar a mi esposa. Los hititas le respondieron: Escúchenos, señor; usted es un príncipe poderoso entre nosotros. Sepulte a su esposa en el mejor de nuestros sepulcros. Ninguno de nosotros le negará su tumba para que pueda sepultar a su esposa.”—Gén. 23:4-6, Nueva Versión Internacional

Aquí había dos pruebas de la fe de Abraham: una apelación al orgullo como príncipe poderoso y una oferta de la más selecta de las tumbas de los hititas sin costo alguno. Incluso aunque Dios dijo que él y sus descendientes recibirían toda la tierra, él no la tomó a la fuerza. Honorablemente, Abraham compró, a precio completo, la cueva de Macpela, que sería el lugar de enterramiento de Abraham, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob y Lea. (Gén. 49:29-32) De esta forma, en una cueva se encuentran los precursores de la “semilla” que bendecirá a toda la humanidad en el reino mesiánico.—Gál. 3:16,26-29



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