ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Dos

Agar e Ismael

Versículo Clave: “Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia. Y también al hijo de la sierva pondré en gente, porque es tu simiente.”
—Génesis 21:12,13

Escrituras Seleccionadas:
Génesis 21:8-20

LA LECCIÓN DE HOY SE refiere a una madre esperanzada, un hijo primogénito y el rechazo de Jehová de la posición favorecida de ese hijo. Esta narración transcurrió en las vidas de Abraham y su esposa Sara, primero llamados Abram y Sarai. Esperando que se cumpla la promesa de Dios de que Abraham tendría un hijo, y sabiendo que era estéril, Sara le instó a tomar a su sierva egipcia, Agar y dar a luz a niños a través de ella. (Gén. 15:4; 16:1,2) Abraham aceptó, pero cuando Agar concibió y despreció a su ama, Sara exigió que la sirvienta fuera entregada a su cuidado. Esto generó el maltrato de Sara hacia Agar. A su debido tiempo, Agar dio a luz a su hijo con Abraham, quien fue llamado Ismael.—versículos 5-16

Durante años se consideró a Ismael como el heredero de Abraham, incluso después del nacimiento de Isaac, el hijo largamente prometido de Abraham y Sara. Cuando Abraham hizo una gran fiesta para celebrar el destete de Isaac, Ismael se burló de su hermanastro. (Gén. 21:8-10) Enfurecida, Sara le dijo a Abraham que expulsara a Ismael y a su madre de su presencia. Abraham se entristeció ante la perspectiva de que su primer hijo fuera enviado lejos. Para reconfortarlo, Dios pronunció las palabras de los Versículos Clave de hoy, los cuales indican que Isaac era la semilla de la promesa, pero que otra nación vendría de Ismael. A Agar le habían dicho con anterioridad que Ismael tendría descendientes “que no se podrá contar” pero que también “vivirá en conflicto con todos sus hermanos.”—Gén. 16:10-12, Nueva Versión Internacional

El apóstol Pablo nos señala que estas circunstancias contenían imágenes de eventos futuros. Identifica a Agar e Ismael diciendo “¿Acaso no está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre? El de la esclava nació por decisión humana, pero el de la libre nació en cumplimiento de una promesa. Ese relato puede interpretarse en sentido figurado: estas mujeres representan dos pactos. Uno, que es Agar, procede del monte Sinaí y tiene hijos que nacen para ser esclavos.”—Gál. 4:22-24, NVI

En su momento no se vio por qué Sara hizo bien en mandar a Agar e Ismael a una tierra extranjera. El apóstol Pablo deja en claro que estas cosas se hicieron para identificar la verdadera semilla de la promesa—Cristo y la Iglesia. “Ustedes, hermanos, al igual que Isaac, son hijos por la promesa. Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora. Pero ¿qué dice la Escritura? «¡Echa de aquí a la esclava y a su hijo! El hijo de la esclava jamás tendrá parte en la herencia con el hijo de la libre». Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.”—versículos 28-31, NVI

Aunque no se sabía en ese momento, Pablo deja en claro que Ismael representaba al Israel carnal. Muchas de las sombras e imágenes del Antiguo Testamento se esclarecen en el Nuevo Testamento. El apóstol muestra que estas cosas estuvieron escondidas hasta que la semilla prometida pudiese ser llamada a través de la fe en Jesucristo.—Gal. 3:15-29



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