ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección cuatro

Morar en la casa del Señor

Versículo Clave: “¡Cuán bienaventurados son los que moran en Tu casa! Continuamente te alaban.”
—Salmo 84:4, La Biblia de las Américas

Escrituras Seleccionadas:
Salmo 84:1-12

A TRAVÉS DE LOS Salmos se nos alienta a aumentar nuestra devoción y amor por Dios. Leemos: “Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del SEÑOR; mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo”. (Sl. 84:2, LBLA) El salmista luego señala ejemplos de la naturaleza, como las aves y golondrinas que buscar para encontrar una casa o nido y lo compara con aquellos que buscar a nuestro Padre Celestial—Vv. 3

Nuestro Versículo Clave comienza con la frase: “¡Cuán bienaventurados son los que moran en Tu casa! Aquí, la palabra “morar” significa permanecer y se utiliza en otro lugar de los Salmos para describir la permanencia continua en la presencia de Dios—Sl. 23:6; 27:4

La palabra “casa” en el hebreo original denota una estructura fija o establecida, en contraposición a una vivienda temporal como una tienda. Cuando se utiliza en un contexto asociado con Dios, esta palabra hebrea también significa un lugar de culto o santuario. Leemos: “Traerás lo mejor de las primicias de tu tierra a la casa del SEÑOR tu Dios”. (Éxodo 23:19, LBLA) Aquí, la expresión “primicias” es utilizada para representar simbólicamente a aquellos que han aceptado el llamamiento celestial durante la actual Era Evangélica y quienes se esfuerzan por seguir los pasos de Cristo.—Lev. 23:15-20; Rom. 8:23; Sant. 1:18; Ap. 14:4

No obstante, existen condiciones y exigencias que le permitirán a uno morar en la casa del Señor. Una de dichas exigencias es obedecer o “guardar” las palabras de Jesús. Él dijo “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos á él, y haremos con él morada”. (Juan 14:23) A través del salmista, Dios identifica otro requisito que indica “No habitará dentro de mi casa el que hace fraude: El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.—Sl. 101:7

Moraremos continuamente en la casa del Señor “con tal que mantengamos nuestra confianza y la esperanza que nos enorgullece”. (Heb. 3:6, Nueva Versión Internacional) Aquellos que perseveran con coraje y fe superan las seducciones y tentaciones del mundo. Lo hacen muriendo diariamente a su espíritu, esperanzas y ambiciones y, en su lugar, viviendo más y más en Dios. Así, si morarán en la casa del Señor, en su templo santo y espiritual para siempre. Mientras tanto, en la actualidad, ellos moran en el lugar santo de consagración y adopción como hijos de Dios.—Rom 8:12-18

Aquellos que se vuelven miembros, “piedras vivas” en la casa espiritual de Dios, el templo celestial que se encuentra ahora siendo edificado, sí morarán en la casa del Señor para siempre. (1 Pe. 2:5, LBLA) Si demuestran ser fieles hasta la muerte, ellos serán un “columna” en el templo de Dios y ministros de su gracia y verdad para la humanidad—Ap. 3:12

Nuestro Versículo Clave será verdadero también en el reino que pronto vendrá a la tierra, cuando toda la humanidad sea invitada a acercarse a Dios en la adoración. Recibirán la oportunidad de acercarse al templo espiritual, la clase de Cristo, y a través de ellos acercarse al Padre Celestial. En ese momento, todos los que oigan el verdadero mensaje de la Palabra de Dios y lo obedezcan estarán realmente alegres.—Ap. 21:1-5



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