ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección dos

El justo juicio de Dios

Versículo Clave: “Y juzgará al mundo con justicia; con equidad ejecutará juicio sobre los pueblos.”
—Salmo 9:8, La Biblia de las Américas

Escrituras Seleccionadas:
Salmo 9:1-14

UN ATRIBUTO DE DI0S por el que damos gracias su justa justicia y juicio. El salmista expresa su agradecimiento indicando: “Alabaré al SEÑOR con todo mi corazón”, es decir, con toda nuestra devoción, voluntad y sentimientos.—Sl. 9:1, LBLA

La razón para dicho agradecimiento se indica en el versículo 4 “Porque tú has mantenido mi derecho y mi causa; te sientas en el trono juzgando con justicia”. (LBLA) La justicia y el juicio justo son elementos fundamentales del carácter de Dios. En otro lugar se afirma: “La justicia y el derecho son el fundamento de Tu trono; la misericordia y la verdad van delante de Ti”. (Sl. 89:14, LBLA) Estos atributos de Dios se enfatizan en todo el libro de los Salmos.—Sl. 96:10; 98:9

El juicio justo se basa en principios establecidos y puros, sin parcialidad, y dado con amor. Dios desea que todos aquellos que lo busquen también aprender a desarrollar la justicia y un justo juicio en nuestra vidas. Tal como nos dicen en el libro de Proverbios: “El hacer justicia y derecho es más deseado por el SEÑOR que el sacrificio”.—Prov. 21:3, LBLA

Hoy en día en la sociedad existe una falta de rectitud en el comportamiento y varias veces una falta de justicia. Sin embargo, Dios ha prometido que esto no siempre será así. Él ha prometido que pronto vendrá el momento cuando su reino en la tierra se establecerá, cuando, como indica nuestro Versículo Clave: “Y juzgará al mundo con justicia” y “con equidad ejecutará juicio sobre los pueblos”.

El apóstol Pablo da una prueba más de cuándo y cómo dicho justo juicio será establecido en toda la tierra, indicando que Dios “porque Él ha establecido un día en el cual juzgará al mundo en justicia, por medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres al resucitarle de entre los muertos”. (Hechos 17:31, LBLA) Aquí la palabra “juzgará” se traduce de la palabra griega krino, es decir, el proceso de un juicio, más que un simple veredicto. Dios designó a su unigénito Hijo, Jesucristo, como el juez principal y en ese momento “los moradores del mundo aprenden justicia".—Juan 5:22; Isa. 26:9

La palabra “día” en las Escrituras se utiliza con frecuencia para representar un período, en lugar de veinticuatro horas literalmente. (Heb. 3:8,9) Pedro indica cuánto durará el “día” del juicio del mundo e indica que “para el Señor un día es como mil años”—2 Pe. 3:7,8, LBLA

El salmista indica que el día de juicio de Dios será un momento de regocijo y alegría porque “con equidad ejecutará juicio sobre los pueblos. Alégrense los cielos y regocíjese la tierra…delante del SEÑOR, porque Él viene…a juzgar la tierra. Él juzgará a los pueblos con equidad y a los pueblos con Su fidelidad”.—Sl. 96:10-13, LBLA

Jesús tendrá a jueces asociados con él, aquellos que hagan una consagración completa para hacer la voluntad de Dios durante la presente Era Evangélica y quienes prueben ser “fiel hasta la muerte”. (Ap. 2:10) Pablo confirma esto, indicando: “¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?” (1 Cor. 6:2, LBLA) Estos jueces asociados son descriptos por el apóstol Juan de la siguiente forma: “También vi tronos, y se sentaron sobre ellos, y se les concedió autoridad para juzgar. …Serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él por mil años”.—Ap. 20:4,6, LBLA



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