ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Dos

Vivir según la fe

Versículo Clave: “No me avergüenzo de anunciar esta buena noticia, que es fuerza salvadora de Dios para todo creyente, tanto si es judío como si no lo es.”
—Romanos 1:16

Escrituras Seleccionadas:
Romanos 1:8-17

En la epístola de Pablo a los hermanos en Roma, se refirió a una promesa anterior hecha a Abraham cuando Dios indicó que, a través de él y su “descendencia”, todas las naciones de la tierra serían bendecidas. (Gen. 22:18; Rom. 4:1-22). Además, esto fue afirmado no solo por la muerte de Jesús en sacrificio, sino también por su resurrección de entre los muertos, recibiendo entonces el poder y la autoridad divinos para ser el instrumento por medio del cual el plan eterno de salvación de Dios para la humanidad comenzaría.

Todos los apóstoles debían ser testigos presenciales de que el Maestro resucitó después de su crucifixión. Como resultado de su encuentro en el camino a Damasco con el Cristo resucitado, Pablo también fue autorizado a dar testimonio acerca de este evento milagroso y su gloriosa importancia. (Gál. 3:8; I Cor. 15:9; Rom. 1:1-5).

“Entre ellas, se encuentran ustedes, elegidos para pertenecer a Jesucristo. A todos ustedes que residen en Roma y han sido elegidos por Dios con amor para formar parte de su pueblo, les deseo gracia y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Señor. Quiero empezar dando gracias por todos ustedes a mi Dios, mediante Jesucristo, porque en el mundo entero se habla con admiración de la fe de ustedes. Dios mismo, a quien sirvo de todo corazón anunciando la buena noticia de su Hijo, puede garantizar que pienso constantemente en ustedes”. (Rom. 1:6-9)

Después de saludar a los hermanos en Roma, indicando su aprecio por su ejemplo de fe, Pablo les informa de sus fervientes oraciones en su nombre. También expresa su deseo de visitarlos con el propósito de impartir algunos dones espirituales que les permitirían ser siervos aún más eficaces en el ministerio. (Vv. 10-15)

En nuestro versículo clave, Pablo hace dos puntos importantes. Primero, enfatiza que la fe en el poder del Evangelio es la manera en que recibimos la salvación, a diferencia de las obras en general o las de la Ley mosaica. Además, el apóstol señala que esta oferta se hizo a los judíos primero, aunque, en su conjunto, tenían dificultades para comprender el concepto de que la justificación se logra mediante la fe y la aceptación del sacrificio de rescate de nuestro Salvador.

En los versículos 19-23 de nuestra lección, Pablo continúa señalando que la humanidad en general todavía se encuentra bajo la condena divina y no está actualmente en una relación de pacto con Dios. La mayoría no reconoce en forma debida su condición de falta de rectitud y no honra al Creador ni aprecia sus atributos. Muchos, de hecho, se involucran en interminables especulaciones y adoran tontamente a criaturas tales como pájaros, bestias y reptiles, como serpientes.

Los miembros de la Iglesia Primitiva y otros creyentes en Cristo consagrados y engendrados por espíritu desde ese momento han manifestado su fe en la enseñanza de la Biblia de que el mal no continuará para siempre. Están inspirados por preciosas promesas de las Escrituras que señalan una era en la que la justicia prevalecerá durante el reino de Dios y todo el mal será destruido. (Hechos 3:20-26). Cuán agradecida estará la humanidad cuando aprenda a apreciar la sabiduría, la justicia, el amor y el poder de nuestro muy misericordioso y benevolente Padre Celestial.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba