| ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección Dos
Esperanza para el futuro
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Versículo Clave: “Los descarrilados de espíritu conocerán la verdad, y los murmuradores aceptarán la instrucción.” Escrituras Seleccionadas: |
Aunque las lecciones contenidas en nuestros versos seleccionados estaban dirigidas a Israel durante los días del profeta Isaías, los principios contenidos en ellas se aplican de igual forma a la humanidad en general. Isaías 29:9 dice que Israel estaba “ebrio” y “se tambaleaba”, sin embargo, no era resultado del vino o la bebida fuerte. Se habían intoxicado con las falsas enseñanzas de las naciones paganas que los rodeaban. Israel había olvidado dos principios de justicia contenidos en su Ley, entregada por Dios a través de las manos de Moisés. Por ello, Dios les dio el “espíritu del sueño profundo”, cerró sus ojos por un tiempo y selló su palabra para que no se entendiera.—vv 10,11
En general, la humanidad también ha olvidado las leyes de la justicia de Dios y en su lugar ha sustituido las leyes del egoísmo, la codicia, el orgullo y otros principios que tienen su origen en Satanás, el “dios en este mundo”. (2 Cor. 4:4 Dios aquí también ha apartado su rostro del hombre caído durante este período actual de pecado e iniquidad en la tierra. Pablo escribió con respecto a Israel, y por extensión al mundo de la humanidad, “Dios los encarceló a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos”.—Romanos 11:32
La infidelidad de Israel se debió a la condición de su corazón. Tenían una muestra externa de la obediencia de Dios, pero habían “alejado su corazón” de él, y su temor a Dios era “enseñado por el precepto” de hombres caídos. (Isa. 29:13) Como resultado, la nación cayó en un temor servil de esclavitud a las ceremonias externas y las tradiciones hechas por el hombre, en lugar de un temor reverencial basado en la fe y la confianza en el gran Dios que había provisto todas sus necesidades. A pesar de la infidelidad del Israel natural, así como de la falta de fe y obediencia de la humanidad hacia Dios, nuestro Creador ha hecho una maravillosa provisión a través de la salvación dada por su Hijo unigénito, Cristo Jesús.
Todo Israel y la humanidad tendrán la oportunidad de volver a la armonía del corazón con Dios en el reino venidero de Cristo. Isaías escribe: “Por lo tanto, he aquí que procederé a hacer una obra maravillosa en este pueblo,…una obra maravillosa y un prodigio”.—v 14
El versículo 17 habla de un tiempo en el que el desierto se convertirá en “un campo fructífero y el campo fructífero será estimado como un bosque”. Será un tiempo en el que el conocimiento de Dios llenará la tierra, y sus caminos serán claros para toda la humanidad. Luego, el profeta escribe: “Los mansos también aumentarán su alegría en el SEÑOR, y los pobres entre los hombres se alegrarán en el Santo de Israel”.—v 19
“Por lo tanto, así dice el SEÑOR, quien redimió a Abraham sobre la casa de Jacob: Jacob no se avergonzará ahora, ni su rostro palidecerá. Pero cuando vea a sus hijos, obra de mis manos, en medio de él, santificarán mi nombre, y santificarán al Santo de Jacob y le temerán al Dios de Israel”. (Vv. 22,23) Pronto será el momento en que todas las personas llegarán a una verdadera comprensión del Padre Celestial. Tal como establece nuestro Versículo Clave: “aprenderán la instrucción”, las enseñanzas justas y rectas de la voluntad de Dios para los hombres, y ya no permitirá que nadie los engañe.