ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Uno

Una profecía contra Ajab

Versículo Clave: “Y ahora, he aquí que el SEÑOR ha puesto un espíritu de mentira en la boca de todos estos profetas, pues el SEÑOR ha decretado el mal contra ti.”
—1 Reyes 22:23

Escrituras Seleccionadas:
1 Reyes 22:1-40

Durante los últimos años del malvado rey Ajab de Israel, Dios utilizó y bendijo al profeta Micaías por su fidelidad para decir la verdad, sin importar cómo pudiera verse afectado. Aunque Micaías se encontraba en circunstancias difíciles, estaba decidido a relatar el mensaje de Dios tal y como lo había recibido, sin importar lo mucho que pudiera desagradarle al rey.

Ajab solicitó la ayuda de Josafat, rey de Judá para conquistar Galaad de los sirios. Josefat se mostró dispuesto a cooperar, pero le sugirió que primero consultaran con el Señor sobre el asunto preguntándoles a sus profetas si podían esperar o no la guía y ayuda divinas. El rey Ajab de había rodeado de “profetas” que estaban muy dispuestos a hablar cosas agradables para hacerlo feliz. Cuatrocientos de ellos fueron convocados, y todos le aseguraron a Ajab que saldría victorioso en la conquista de Galaad.—1 Reyes 22:1-6

Josefat no estaba convencido y preguntó si había otro profeta de Jehová al que pudieran consultar. Ajab le habló de Micaías, pero le dijo que no lo favorecía porque “no profetiza el bien sobre mí, sino el mal”. Esta declaración revela la actitud perversa de Ajab. Estaba decidido a salirse con la suya, aunque tuviera que silenciar a los profetas de Dios que se atrevían a decirle la verdad. Sólo quería escuchar a los que estaban dispuestos a comprometer su mensaje para complacerlo. Sin embargo, Josafat insistió en que se consultara a Micaías. Como Ajab necesitaba mucho su ayuda, cedió, y este solitario profeta del Señor fue llamado.—vv. 7-9

El mensajero enviado para llevar a Micaías ante Ajab y Josafat era evidentemente un asociado devoto del rey Ajab. Advirtió al profeta que le convendría profetizar el bien y no el mal. Sin embargo, esto no disuadió a Micaías de decir la verdad.—vv. 13,14

Al principio Micaías estuvo de acuerdo con los profetas, lo que sorprendió a Ajab, puesto no era lo que esperaba escuchar. Entonces Micaías dejó claro que Ajab encontraría su perdición en la batalla propuesta. El relato del profeta sobre la visión por la que el Señor le dio esta información es muy interesante, aunque no debe entenderse literalmente. A través de la forma de una historia, Micaías le dice a Ajab que el Señor había declarado el desastre para él, pero que Dios había puesto un “espíritu mentiroso” en la boca de todos los profetas del rey para incitarlo a la batalla. Su lección es que Dios a menudo permite que se engañe a aquellos cuyos corazones ya son perversos y malvados. (Vv. 15-13) El apóstol Pablo nos habla de una clase similar durante la Era Evangélica a la que el Señor enviaría un “fuerte engaño” para que creyeran una mentira.—2 Tesalonicenses 2:11

He aquí una lección de corazón para todo seguidor del Maestro sobre la gran importancia de mantener nuestros corazones puros y sinceros ante Dios. Si amamos la voluntad del Padre Celestial más que a nosotros mismos, o a nuestra familia y amigos, su providencia nos dirigirá. Por mucho que Satanás intente engañarnos, no podrá lograr sus malvados propósitos. Sin embargo, si buscamos un camino distinto al de la verdad y justicia, el Señor puede permitir que el gran Engañador nos extravíe. Al igual que el profeta Micaías fue finalmente reivindicado, así será también con todos aquellos que permanezcan fieles a la verdad que el Señor les da.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba