ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Uno

La sabiduría es justificada

Versículo Clave: “Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ¡Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores! Pero la sabiduría se justifica por sus hechos.”
—Mateo 11:19 Nuevo Testamento de Weymouth

Escritura Seleccionadas:
Mateo 11:7-19

JUAN EL BAUTISTA, el último de los profetas que precedieron a Cristo, fue uno de los siervos elegidos por Dios. Su mensaje fue “Arrepiéntanse, … porque el Reino de los Cielos está cerca”. (Mateo 3:1-12, Nuevo Testamento de Weymouth) Juan también proclamó que Jesús fue “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. (Juan 1:29, WNT) Sin embargo, cuando lo encarcelaron, Juan el Bautista envió a algunos de sus discípulos a preguntarle a Jesús: “¿Eres tú el que viene o es una persona diferente a la que debemos esperar?” —Mateo. 11:2,3, WNT

Y respondiendo Jesús, les dijo: “Vayan, háganle saber a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos sanan, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el evangelio”. (vv. 4,5, WNT) Al recibir esta respuesta, Juan debe haberse regocijado, completamente seguro de que Jesús era en verdad el Mesías prometido.

Luego, Jesús preguntó a las multitudes acerca de Juan: “Qué fueron a ver en el Desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?” No, Juan no era una persona débil, ni fácil de influenciar. “¿Qué fueron a ver?” Continuó Jesús. “¿Un hombre lujosamente vestido?” No, Juan vestía ropas sencillas y vivía en reclusión, pero era fiel y sincero en la entrega del mensaje de Dios a todos los que lo escuchaban. Jesús además preguntó: “¿viste a un profeta?”. Sí, te cuento, y mucho más que un profeta. Este es de quien está escrito: Mira, yo envío mi mensajero delante de ti, y él preparará tu camino”. —vv. 7-10, WNT

Jesús luego declaró acerca de Juan: “Si estás dispuesto a recibirlo, él es el Elías que había de venir”. (v. 14, WNT) Juan hizo una obra que cumplió las profecías declarando que alguien como Elías primero debía venir y hacer una obra reformadora antes de que el Mesías comenzara su ministerio. (Mal. 3:1; Isa. 40:3; Juan 1:19-27) Si bien muchos aceptaron el mensaje de Juan, la mayoría no creía que Jesús fuera el Mesías, a pesar de que fue demostrado por muchas obras maravillosas. La mayoría eran “como niños sentados en lugares abiertos” y no estaban interesados en lo que sucedía a su alrededor. —Mat. 11:16, WNT

Juan el Bautista vivió con sencillez, pero algunos afirmaron falsamente: “Tiene un demonio”. Jesús vivió de manera algo menos peculiar, comía y bebía y se vestía como otras personas, pero de él algunos acusaron falsamente: “¡Mirad un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores!” Jesús luego agregó: “Y sin embargo la Sabiduría es justificada por sus acciones”. La sabiduría de Dios había enviado tanto a Juan el Bautista como a Jesucristo con propósitos específicos y diferentes que finalmente serán vindicados, o comprobados como correctos, por el cumplimiento de los planes y propósitos de Dios. —vv. 18,19, WNT

Es una gran bendición y un privilegio encontrar sabiduría piadosa. (Job 28:12-28; Prov. 3:13-18) Tal sabiduría tuvo su mayor ejemplificación en el Hijo unigénito de Dios, “Jesucristo hombre”, “la Luz verdadera”. La sabiduría de Dios está representada a lo largo de la Biblia. Sin embargo, para la mayoría, no se puede ver y es desconocido. “El Dios de este mundo cegó el entendimiento de los incrédulos”. Afortunadamente, Dios ha prometido que, a su debido tiempo, se abrirán todos los ojos ciegos, ¡y entonces la luz verdadera, la sabiduría verdadera de arriba, iluminará a todos! —I Tim. 2:5,6; II Cor, 4:4; Isa. 35; Juan 1:9



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