ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Uno

Dios rescata a Lot

Versículo Clave: “Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.”
—Génesis 19:29

Escrituras Seleccionadas:
Génesis 19:15-29

AL SEGUIR ABRAM las instrucciones de Dios de abandonar Harán y viajar a la tierra de Canaán, su sobrino Lot también fue con él. Cada uno tenía sus propios rebaños y ganado; sin embargo, en Canaán “la tierra no era suficiente para que habitasen juntos” y “hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot.” Para evitar dificultades, Abram decidió que debían separarse y, a pesar de ser el miembro más anciano de la familia, dio a Lot la primera elección en cuanto a en qué tierra establecerse. Lot eligió “toda la llanura del Jordán” que estaba “bien regada”, a pesar de que significaba vivir cerca de la ciudad de Sodoma, donde la gente era mala y “pecadores contra Jehová en gran manera.” —Gen. 12:1-5; 13:1-13

Más tarde, Dios informó a Abrahán, tras haberle cambiado su nombre de Abram, que destruiría Sodoma y a sus habitantes por su maldad. (Gén. 18:17-32) Poco tiempo después, estando Lot sentado a la puerta de Sodoma, le envió Dios dos ángeles que le dijeron: “Vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová.” Al amanecer los ángeles metieron prisa a Lot: “Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad.” —Gén. 19:1,12-15

Lot dudaba si salir o no, por lo que los ángeles le cogieron la mano, la de su esposa y la de sus dos hijas y los sacaron de la ciudad, porque el Señor les tuvo compasión. Uno de los ángeles les dijo: “No mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.” Sin embargo, Lot respondió: “No podré escapar al monte, no sea que me alcance el mal, y muera.” Lot pidió ir a la cercana localidad de Zoar y se le concedió. Después de llegar a Zoar, Dios destruyó a Sodoma y Gomorra, incluyendo a todos sus habitantes. “La mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.” —vv. 16-26

En esta lección, Abrahán describe a aquellos que mantienen su fidelidad a Dios a través de las dificultades y pruebas de la vida. (Gal 3:9) Sodoma y Gomorra representan el egoísmo, la maldad y la corrupción en este “presente siglo malo”, que Dios pronto eliminará. (2 Ped. 3:7) Aunque todos los habitantes de Sodoma y Gomorra fueron destruidos, en el Reino Mesiánico serán todos resucitados en la tierra y se les dará la oportunidad de aprender la justicia, y si permanecen obedientes, ganarán la vida eterna. —Lucas 10:12

Pedro describe a Lot como un “hombre justo”. (2 Ped. 2:7,8) Sin embargo, Lot también se puso en peligro y cometió algunos errores graves con el fin de ser materialmente próspero. Los seguidores del Señor debemos tener cuidado de no ponernos en peligro ni aceptar las actitudes populares y los estándares inmorales en que la humanidad caída ha adoptado. Tomar tal posición del lado de la justicia puede resultar en no ser bien considerado por muchos a nuestro alrededor y costarnos “prosperidad” terrenal.

Aunque Lot dudaba en dejar Sodoma, Dios fue misericordioso. Nuestro Padre Celestial es misericordioso con nosotros cuando cometemos errores o dejamos de hacer su voluntad de forma aceptable. Sin embargo, tenemos que confesarle nuestros pecados en oración, buscar su perdón y esforzarnos por reverenciarlo más estrechamente siguiendo su justicia y sus mandamientos en nuestra vida. —Sal. 103:9-18



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