ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Cuatro

Imitar a Cristo

Versículo Clave: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.”
—Filipenses 2:3

Escrituras Seleccionadas:
Filipenses 2:1-11

A TRAVÉS DE UNA SERIE de expresiones retóricas, Pablo pregunta a los hermanos en los primeros versículos de nuestra lección si han experimentado consuelo en Cristo, consuelo de amor, comunión con el Espíritu, afecto y misericordia. El apóstol expresa confianza en la manifestación de estas cualidades en la vida de los hermanos de Filipos que darían evidencia de una mayor semejanza con Cristo. Esto, dice Pablo, le proporcionaría gran regocijo. —Fil. 2:1-2

Nuestro versículo clave enfatiza la importancia de la humildad como elemento crítico para ser aceptable a Dios y necesario también para promover la unidad del espíritu entre los hermanos. Tal espíritu apropiado ayudará grandemente a evitar que la contienda y la vanagloria entren en nuestra comunión.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” —vv. 5-8

El pasaje anterior describe la humildad del Maestro que debemos imitar. Además, nos recuerda que Cristo está subordinado al Padre celestial y que no se veía a sí mismo como igual a Dios como afirma la doctrina de la trinidad: “El Padre mayor es que yo.” —Juan 14:28

Como creyentes, no debemos permitir que ningún elemento de orgullo nos impida alcanzar a todos nuestros hermanos de ninguna manera posible, para que juntos podamos ser santificados por entero y se complete la iglesia. Durante su última noche en la tierra Jesús oró por la unidad que debería existir entre sus seguidores: “Y ya no estoy en el mundo, mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.” —Juan 17:11

Aquí, la petición del Maestro reconoce plenamente que su presencia física con sus discípulos pronto terminará y desea que la protección y las providencias de Dios estén con ellos. Jesús oró para que se mantuvieran juntos en unidad de corazón, mente y espíritu, y también en la unidad de la fe. Por lo tanto, pueden experimentar un sentido de unidad tal como existía entre él y su Padre.

Siempre debemos apoyar a nuestros hermanos en sus esfuerzos cristianos y reunirnos regularmente para poder animarnos unos a otros. Si podemos apreciar el hecho de que tenemos compañeros miembros del cuerpo que tienen el mismo objetivo que nosotros, podemos ser una bendición entre nosotros durante nuestra estadía terrenal. Si somos fieles en estos privilegios presentes, estaremos asociados con Cristo para ayudar a restaurar la armonía de todos los dispuestos de la humanidad con Dios en su reino venidero.

Al comienzo de este nuevo año calendario resolvamos ser más fieles en nuestros esfuerzos por imitar la conducta del Maestro mientras estuvo en la tierra al someterse a la voluntad de su Padre Celestial. “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” —1 Juan 2:6



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba