ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Cuatro

Entrar en el Reino de Dios

Versículo Clave: “Esforzaos en entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, pero no podrán.”
—Lucas 13:24

Escrituras Seleccionadas:
Lucas 13:22-30

EN EL versículo clave de nuestra lección, la palabra “esforzarse” es realizar un esfuerzo. Un camino de vida basado en la moralidad, la templanza y la responsabilidad es bastante encomiable. Sin embargo, la manera en que se invita a un cristiano a caminar durante la presente Edad Evangélica implica mucho mayor esfuerzo y diligencia. Esta invitación es seguir los pasos de nuestro Señor, buscar “gloria, honra e inmortalidad”, con el propósito de tener una participación en el reino celestial como reyes y sacerdotes con nuestra Cabeza, Cristo Jesús. —Rom. 2:7; Lucas 12:32; Apoc. 5:10; 20:6

La entrada a esta relación especial con Dios se describe como puerta “angosta” o estrecha. El camino que sigue se llama de forma similar camino “estrecho.” (Mat. 7:14) Es una forma de consagración completa a Dios, de abnegación y sacrificio en nombre de los demás. (Mat. 16:24, Rom. 12:1) Quienes caminan por esta senda lo hacen en respuesta al llamado o invitación de Dios para ser coherederos con Cristo como su esposa. (Efe. 1:18; Rom. 8:6-17; 2 Cor. 11:2) Pablo, al hablar de su propia vida de consagración, dijo: “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.” —Fil. 3:14

Cuán diferente es la puerta y el camino estrechos en comparación con el camino de muchos que reclaman el nombre de Cristo, y cuya conducta a menudo parece poco alejada del espíritu del mundo. De hecho, la mayoría ve el celo que lucha, pelea, corre como tonto. Los ricos, los populares y aquellos que están absortos en las ambiciones de este mundo, están contentos con las recompensas materiales de esta vida, y no es probable que los abandonen por cosas que no satisfacen estos deseos terrenales; Jesús dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños..” —Mat. 11:25

Dios está en el proceso de completar una “obra maravillosa” con respecto al llamamiento y la selección de una novia para su Hijo. Esta obra no está de acuerdo con el espíritu del mundo, “la sabiduría de sus sabios” ni la “inteligencia de sus entendidos.” (Isa. 29:14) El apóstol Santiago habla del propósito de Dios de sacar de entre el mundo “un pueblo para su nombre.” (Hechos 15:14) Estos procuran “entrar” al reino celestial. Sin embargo, su camino se estrecha por las circunstancias del tiempo presente y por la oposición del espíritu del mundo a la verdad y la rectitud. Por lo tanto, la exhortación a estos es procurar “hacer firme vuestra vocación y elección.” —2 Ped. 1:10

Como discípulos que se esfuerzan por caminar por el camino angosto, a través del Espíritu Santo de Dios tenemos el privilegio de conocer el “misterio de su voluntad.” (Efe. 1:9) Los planes y propósitos del Padre Celestial se abren a nuestras mentes y así somos capaces de tener alegría al entregar nuestras vidas en sacrificio y en servicio al Señor y su causa. —Juan 15:12-13; 1 Juan 3:16; 4:7-11

La puerta y el camino estrechos del tiempo presente son sólo para aquellos a quienes ha llamado Dios. Sin embargo, cuando este “rebaño pequeño” se complete y se convierta en “coherederos” con Cristo en el reino milenario, se abrirá otro camino para toda la humanidad. No será un camino angosto que pocos puedan encontrar, sino un “camino de santidad”, con las piedras de tropiezo del pecado y la tentación eliminadas. Todas las personas, “los redimidos de Jehová”, serán invitados a caminar allí y “obtener gozo y alegría.” —Isa. 35:8-10



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba