ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Dos

Promesa de un Nuevo Pacto

Versículo Clave: “Este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.”
—Jeremías 31:33

Escrituras Seleccionadas:
Jeremías 31:27-34

EL PACTO mencionado en nuestro versículo clave es un "nuevo pacto" que se hará con Israel en el momento en que se establezca el reino de Dios en la tierra (Jer. 31:31). Los versículos 27 y 28 dejan claro que las promesas incluidas en el acuerdo del pacto serán de naturaleza terrenal, no celestial. Un poco antes en el mismo capítulo el profeta asegura: "El que esparció a Israel lo reunirá y guardará, como pastor a su rebaño." —v. 10

El apóstol Pablo habla del futuro de Israel en términos personales con estas palabras: “Digo entonces: ¿Acaso ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ningún modo! Porque yo también soy israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín. Dios no ha desechado a su pueblo, al cual conoció con anterioridad.” y así, todo Israel será salvo; tal como está escrito: El Libertador vendrá de Sion; apartara la impiedad de Jacob. Y este es mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados." —Rom. 11:1-2 y 26-27, La Biblia de las Américas

De hecho, Israel tiene promesas que aún debe heredar como pueblo. Sin embargo, también se presentan como ejemplo para toda la humanidad. Por tanto, las promesas de bendiciones y vida a través del nuevo pacto incluirán a personas de todas las naciones, todos los que acepten sus condiciones y sean obedientes a sus leyes justas, tanto judíos como gentiles. —Hechos 15:16-17

Pocos han visto la inclusión de Israel y gran parte del mundo gentil el rescate de Jesucristo. La mayoría sólo ve una recompensa celestial para relativamente unos pocos. La Biblia dice, sin embargo: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” —Juan 3:16-17

Como prueba de que las experiencias de Israel señalaban la bendición general de Dios para el mundo, notemos estos detalles. El sacerdocio de Israel, tomado de la tribu de Leví, fue especialmente consagrado al servicio de Dios. Aarón fue sumo sacerdote, representando a Cristo como "sumo sacerdote de los bienes venideros" (Heb. 9:11-12). El pueblo de Israel recibió expiación por sus pecados y permaneció bajo su pacto con Dios a través de los servicios de sacrificio de Aarón, su sumo sacerdote. Como estas ofrendas fueron hechas para el pueblo de Israel que deseaba armonía con Dios, ilustran los "sacrificios mejores" de Cristo por los "pecados del mundo entero." —Heb. 9:23-28; 1 Juan 2:1-2

El sacerdocio de Israel también señaló el llamamiento especial de los seguidores de Cristo, que constituirán el "sacerdocio real" (1 Pet. 2:9). Aquellos que entran en esta relación especial con Dios durante la presente Edad Evangélica también se benefician de las experiencias pasadas de Israel. “Estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines [propósito] de los siglos” (1 Cor. 10:11) Pablo confirma este pensamiento al final de su carta a los romanos: "Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza fue escrito, a fin de que con la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." —Rom. 15:4



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