ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Cuatro

El llamado de Sansón

Versículo Clave: “Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza; porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos.”
—Jueces 13:5

Escrituras Seleccionadas:
Jueces 13:1-25

PARA CUALQUIER pareja sin hijos, la noticia de que iban a tener un hijo sería de gran regocijo. Imagine, además, la emoción añadida de escuchar que el hijo sería un libertador de su nación. Tal es la alegría expresada en nuestro Versículo Clave, que el hijo de Manoa y su esposa crecería para ayudar a librar a Israel de la opresión de los filisteos. Así, el llamado de Dios había organizado el destino de Sansón antes de que ser concebido.

Los frecuentes rezagos de Israel habían ocasionado otro período de opresión. “Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años” (Jueces 13:1). Por lo tanto surgió la necesidad de que un juez justo en Israel los librara.

El ángel de Dios visitó a la esposa de Manoa, y después de decirle que pronto iba a tener un hijo, le instruyó en el cuidado prenatal apropiado. “Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda. Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo” (vv. 4-5). El ángel le dijo que sería nazareo, especialmente dedicado a Dios desde su nacimiento.

La noticia de que ya no era estéril fue emocionante, y corrió a decírselo a Manoa. Éste, al oírlo, pidió al Señor que también pudiera encontrarse con el mensajero. La oración pronto fue contestada: el ángel regresó y confirmó todo lo que su esposa le había contado. Al principio, sin embargo, Manoa no entendió que estaba hablando con el mensajero de Dios. Le pidió que se quedara mientras preparaba un sacrificio para conmemorar la feliz ocasión. —vv. 6-19.

Cuando se consumió el sacrificio las llamas ascendieron a los cielos. Manoa y su esposa se sobresaltaron al ver a su visitante entrar en la llama y elevarse a los cielos también (vv. 20-21). Al darse cuenta de que habían visto un ángel enviado directamente de Dios, Manoa supuso que morirían a consecuencia de ello. “Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anunciado esto.” —vv. 22-23

El voto nazareo se describe en Números 6:1-21. Significaba una separación para la obra de Dios durante un periodo de tiempo específico. A Sansón se le llamó para ser nazareo de por vida, desde antes de su nacimiento hasta su muerte. Aunque apartado para hacer la obra de liberación de Dios en favor de Israel, Sansón tenía faltas reconocibles, como se detalla en Jueces capítulos 14-16. Sin embargo, los defectos en el carácter de Sansón fueron compensados por su fuerte fe. A pesar de sus debilidades humanas, fue usado por Dios en el servicio divino. Estamos agradecidos de que la Biblia proporcione un retrato tan honesto de Sansón. Así se nos asegura que, a pesar de nuestros defectos, la gracia de Dios nos capacita para llevar una vida separada para él, porque así hemos sido llamados. Estamos de acuerdo con Pablo, quien agradeció a Dios que, aunque sirvió a la ley del pecado con la carne, “con la mente sirvo a la ley de Dios.” —Rom. 7:25



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