ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Tres

Jefté responde al llamado de Dios

Versículo Clave: “Jefté entonces dijo a los ancianos de Galaad: Si me hacéis volver para que pelee contra los hijos de Amón, y Jehová los entregare delante de mí, ¿seré yo vuestro caudillo?”
—Jueces 11:9

Escrituras Seleccionadas:
Jueces 11:4-33

LOS DONES DE DIOS y los llamamientos son una fuente de maravillosas lecciones. En nuestro Versículo Clave los ancianos de Galaad suplican a Jefté que regrese como su caudillo. Anteriormente, había sido separado por sus hermanos. “Jefté galaadita era esforzado y valeroso, era hijo de una mujer ramera, y el padre de Jefté era Galaad. Pero la mujer de Galaad le dio hijos, los cuales, cuando crecieron, echaron fuera a Jefté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer” (Jueces 11:1-2). En lugar de causarle sentimientos amargos o disminuir su carácter, esta experiencia habría de destacar su nobleza.

Los galaaditas habían sido perseguidos por los amonitas, a quienes no tenían los medios para resistir. Su única esperanza era mirar a su hermano alienado, Jefté, porque era un hábil hombre de guerra. “Dijeron a Jefté: Ven, y serás nuestro jefe, para que peleemos contra los hijos de Amón” (v. 6). Su respuesta les dejó perplejos. “Jefté respondió a los ancianos de Galaad: ¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué, pues, venís ahora a mí cuando estáis en aflicción?” (v. 7). Él no arremetió contra ellos ni los reprendió, sino que sus palabras buscaban su corazón. Podemos tomar una gran enseñanza de este ejemplo.

No debemos albergar malos sentimientos hacia quienes nos han ofendido, sino estar dispuestos a perdonar y a asistir. Jesús dice: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos . . . si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? —Mat. 5:44-46

Si Jefté hubiera tenido un carácter reprehensible, sus hermanos seguramente no le habrían pedido que fuera su líder. Debe haber sido de buen carácter y fe celosa. Está escrito de él: “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté . . . por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas . . . sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.” —Heb. 11:32-34

El carácter de Jefté se revela aún más por su sabio intento de buscar una solución diplomática al conflicto con Amón apelando al rey a que fuera razonable: “¿Qué tienes tú conmigo, que has venido a mí para hacer guerra contra mi tierra?” (Jueces 11:12) Entonces Jefté relató la historia del paso de Israel a la Tierra Prometida (vv. 14-23). En conclusión, Jefté le dijo al rey que dejara que Quemos, el dios de los amonitas, les diera la tierra que deseaba que ellos tuvieran, y el Señor le daría a Israel la tierra que él deseaba que poseyeran. Sin embargo, sería erróneo ir a la guerra con Israel (24 y 27). El rey de Amón no prestó atención a las palabras de Jefté por lo que la guerra siguió y Dios dio la victoria a Jefté, que fue anteriormente reprochado (vv. 28-33). También nosotros podemos obtener la victoria, aun cuando seamos reprochados, permaneciendo firmes en la fe.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba