ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Dos

El amor de Dios preservó a Jonás

Versículo Clave: “Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.”
—Jonás 2:9

Escrituras Seleccionadas:
Jonás capítulo 2

EN LA LECCIÓN de hoy, que comienza el capítulo 2, Jonás está en el vientre del pez, es consciente y comienza a orar al Señor. Sus expresiones están estrechamente relacionadas con las del salmista David y sugieren la familiaridad de Jonás con las Escrituras (Salmo 42:7; 18:6). Además, las palabras de la oración de Jonás evidencian que sus peticiones fueron contestadas afirmativamente por Dios. —Jonás 2:1-2

“Me echaste a lo profundo, en medio de los mares, y me rodeó la corriente; todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí. Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; mas aún veré tu santo templo. Las aguas me rodearon hasta el alma, rodeóme el abismo; el alga se enredó a mi cabeza. Descendí a los cimientos de los montes; la tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh JEHOVÁ Dios mío.” —vv. 3-6

El pasaje anterior contiene varias lecciones para nuestra consideración. Jonás se dio cuenta de que, aunque la tripulación del barco era el instrumento utilizado para arrojarlo por la borda, fue la dirección de Dios la que la motivó a hacerlo. Ahora, aun encerrado en el vientre del pez, estaba en un ambiente protector porque no se ahogaba. La mayor preocupación de Jonás no era la calamidad que estaba experimentando, sino la sensación de estar separado de Dios. Sin embargo, no lo consideraba una situación desesperada. En previsión de que sus oraciones fueran favorables confiaba en volver a ver el templo en Jerusalén.

En el versículo siete notamos que al darse cuenta Jonás de que no podría librarse de su condición actual en el vientre del pez, se volvió en oración al Señor. También reconoció que su resistencia a Dios mediante su negativa a obedecer la orden de ir a Nínive era como ser idólatra: “Los que confían en vanos ídolos su propia misericordia abandonan.” (v. 8, Biblia de las Américas). Por lo tanto, Jonás reconoció que por su desobediencia estaba sustituyendo su propio juicio por la voluntad de Dios.

Sobre el principio de que “estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos”, hay lecciones de la experiencia de Jonás que nosotros, como seguidores de Cristo, podemos aprender y aplicar hoy en nuestras vidas (1 Cor. 10:11). Una de las más importantes es la obediencia a las instrucciones de Dios en contraposición a seguir nuestra propia voluntad. El Padre Celestial no se comunica directamente con nosotros de manera audible o por mensajeros angelicales, como en épocas pasadas; sin embargo, a través de la obediencia a los principios esbozados en la Biblia, como los expresados por Cristo y los apóstoles, podemos estar seguros del favor divino y su bendición, reduciendo así la necesidad de castigos debidos a nuestra rebeldía.

Nuestro Versículo Clave relata la gratitud penitente de Jonás por la misericordia de Dios y su voto de seguir las instrucciones divinas en el futuro según lo indicado. Jonás es entonces liberado del vientre del pez en tierra firme y se prepara para seguir su comisión inicial y predicar el arrepentimiento a los ninivitas. -v. 10



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