ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección Uno
El Amor Sustentador de Dios
Versículo Clave: “Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás. Y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.” Escrituras Seleccionadas: |
EL LIBRO DE Jonás es inusual porque a los profetas del Antiguo Testamento normalmente se les comisionó para hablar a la nación de Israel. En este caso, sin embargo, Dios ordenó a su siervo, Jonás, que ordenara a los habitantes de una ciudad pagana, Nínive, arrepentirse de su maldad. —Jonás 1:1-2
En lugar de obedecer las instrucciones de Dios “Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope; y halló una nave que partía para Tarsis, y pagando su pasaje, entro en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová. —v. 3
No se nos informa de la razón por la que Jonás no siguió las instrucciones del Señor. Como demuestran los sucesos posteriores, pueden suceder serias consecuencias si desobedecemos los mandamientos de Dios. En este caso surgió una gran tormenta y los vientos eran tan fuertes que la nave estaba en peligro de ser destruida. Los marineros, muy temerosos, clamaron a sus dioses y arrojaron la carga al mar. Mientras esto ocurría Jonás dormía en la parte interior del barco. El capitán encontró a Jonás y le dijo que clamara a su Dios para liberarlos de la tormenta. Además, los marinos echaron suertes en un intento de determinar la causa de sus problemas y cayeron sobre Jonás. —vv. 4-7
Cuando la tripulación del buque exigió saber los antecedentes Jonás respondió: “Soy hebreo; y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra. Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: ¿Por qué has hecho esto? Porque ellos sabían que huía de la presencia de Jehová, pues él se lo había declarado.” —vv. 8-10
Jonás reconoció que era su negativa de seguir el mandato de Dios la causa de sus dificultades. Les aconsejó que lo arrojaran por la borda para calmar el mar. Sin embargo, reacios a hacerlo, remaron con fuerza para alcanzar seguridad, pero el mar se hizo más tempestuoso. Como último recurso, lo echaron por la borda y entonces el mar se calmó. —vv. 11-15
Nuestro Versículo Clave demuestra que Dios no permitió que Jonás se ahogara. Hizo provisión para su eventual rescate haciéndolo tragar por un pez grande, en cuyo vientre permaneció durante “tres días y tres noches”. Así, aunque desobedeció al no ir a Nínive, Dios manifestó su amor preservando a Jonás de esta manera milagrosa.
Llama nuestra atención una lección profética de este relato en el Nuevo Testamento. “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mat. 12:40). Este simbolismo ilustra que la experiencia de Cristo de dormir el sueño de la muerte durante tres días y su posterior resurrección, resultan beneficiosos para toda la raza de pecadores, a quien los malvados residentes de Nínive representan adecuadamente.