ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Cinco

Toda la creación alaba a Dios

Versículo Clave: “Alaben el nombre de Jehová; porque él mandó, y fueron creados.”
—Salmos 148:5

Escrituras Seleccionadas:
Salmos 148

NUESTRAS LECCIONES este mes, que se han centrado en dar alabanza a Dios, han revelado importantes verdades bíblicas concernientes a su amor especial por la humanidad. Las Escrituras hacen manifiesto que la primera creación de Dios fue su Hijo unigénito. Su hijo obediente entonces fue utilizado como el instrumento para crear todas las otras cosas, bajo la dirección de su Padre Celestial. Preeminente entre la creación de Dios fueron nuestros primeros padres, Adán y Eva, que fueron especialmente bendecidos al recibir el dominio sobre todas las demás creaciones terrenales. —Sal. 8:3-9

En estas lecciones, también hemos visto que Dios diseñó un plan para bendecir a toda la humanidad a través del don de su Hijo unigénito. A través de él, el precio de la redención fue proporcionado para toda la humanidad, para que puedan ser liberados de la maldición de la muerte provocada por la desobediencia de Adán. (Juan 3:16,17 y Rom. 5:12-19) Incluido en el plan de Dios también estaba una disposición para elegir una clase especial llamada la “novia de Cristo” para ayudar a otorgar estas bendiciones en un reino venidero sobre la tierra. (Apoc. 21:2-4) Dios ha dado provisiones especiales para ayudar a estos llamados a desarrollar un carácter parecido a Cristo durante la presente Edad Evangélica.

La lección de hoy, tomada del Salmo 148, se refiere no sólo al hombre que alaba a Dios, sino también a la conveniencia de toda su creación para hacerlo. En los primeros cinco versículos, encontramos instrucciones a las huestes angélicas para que den alabanza. Los ángeles conocían al Hijo de Dios en su existencia pre-humana y por lo tanto cantaban alabanzas en su nacimiento como Jesús en Belén. (Lucas 2:13-14) Al ver que todo el plan de Dios continúa desarrollándose hasta su finalización, los santos ángeles cantarán gozosamente delante del trono de Dios por toda la eternidad. —Apoc. 5:13; 7:11,12

El versículo seis de nuestra lección da la seguridad de que las creaciones de Dios son “para siempre”. Algunos han negado esta promesa por la errónea enseñanza de que la tierra será destruida. Las Escrituras, sin embargo, consistentemente afirman la promesa de Dios como se indica en este versículo. Otro ejemplo de esta índole declara enfáticamente: “la tierra siempre permanece.” —Ecl. 1:4

Otros componentes de la creación se mencionan en el Salmo 148 como alabanza a Dios. “Alabad a Jehová desde la tierra, los monstruos marinos y todos los abismos; el fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra; los montes y todos los collados, el árbol de fruto y todos los cedros; la bestia y todo animal, reptiles y volátiles; los reyes de la tierra y todos los pueblos, los príncipes y todos los jueces de la tierra; los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños.” —vv. 7-12

El salmista resume el privilegio de toda la creación de alabar a Dios en los versículos 13 y 14: “Alaben [todos los mencionados en los versículos anteriores] el nombre de Jehová: porque sólo su nombre es enaltecido; su gloria es sobre tierra y cielos.” Finalmente, se menciona específicamente los “santos” de Dios, e Israel, como dando alabanzas a Dios. El salmo concluye: “El ha exaltado el poderío de su pueblo; alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, el pueblo a él cercano. Aleluya.” ¡Esperamos el tiempo en que toda la creación alabe a Dios!



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba