ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Uno

Alabando a Dios el Creador

Versículo Clave: “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos; y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.”
—Salmos 33:6

Escritura Seleccionadas:
Salmos 33:1-9

LA LECCIÓN DE HOY impresiona en nuestras mentes las verdades concernientes al poder creador de Dios. Estamos agradecidos por conocer la fuerza detrás de la creación de todas las cosas. Estas palabras del salmista nos recuerdan del relato del Génesis de la creación y la preparación de la tierra para ser el hogar eterno del hombre. Aquí encontramos este proceso descrito en términos muy amplios: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.” (Gén. 1:1-5) Durante otros “días” creativos o períodos de tiempo se llevaron a cabo aspectos adicionales de la preparación de la tierra para el hombre. —vv. 7-31

Nuestro versículo clave dice que la creación fue llevada a cabo “por la palabra de Jehová” y “por el aliento de su boca”. Estas palabras deducen que Dios no creó personalmente los cielos o la tierra, sino que dio instrucciones que fueron ejecutadas perfectamente. Este entendimiento armoniza con declaraciones similares de la Biblia, como por ejemplo, “Alaben el nombre de Jehová: Porque él mandó, y fueron creados;” “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios;” Y “el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste.” —Sal. 148:5; Heb. 11:3; 2 Ped. 3:5

De estas y otras Escrituras, aprendemos que aunque Dios es el arquitecto de todas las cosas, ha usado otros organismos de varias maneras para llevar a cabo sus planes. Dios era responsable personalmente de una sola creación, su hijo unigénito. Él es “Jesucristo,… el Alfa y la Omega, principio y fin” de la creación directa de Dios, y la figura central de su plan para la redención del hombre. (Apoc. 1:1,8; 22:13,16) Mediante él, bajo la dirección del Padre Celestial, “fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra.” (Col. 1:16). Cuando nuestros primeros padres pecaron, el hijo de Dios se ofreció voluntariamente a venir a la tierra para ser el Redentor del hombre. Pablo nos dice de esta característica clave del plan de Dios, indicando que él quiere “que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre; el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” —1 Tim. 2:3-6

La comprensión de la explicación de la Biblia de que Jesucristo es la primera y la última creación directa de Dios nos ayuda a comprender el rescate. Sabiendo que Dios dio a su hijo unigénito para redimir a Adán y a su raza, podemos apreciar grandemente el significado completo de la declaración de que “Dios es amor”. (1 Juan 4:8) A medida que comprendemos estos principios básicos de la Verdad, se profundiza nuestro amor por el Padre Celestial. También nos sentimos humildes, cuando nos damos cuenta de que nuestro entendimiento sólo se hizo posible gracias a la iluminación del Espíritu Santo de Dios —un don de su gracia. Podemos definir apropiadamente la alabanza como la sincera expresión del corazón de acción de gracias, amor, reverencia y respeto por Dios. Cuan loable es nuestro Dios, el Creador.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba