ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Dos

El Monte de Dios

Versículo Clave: “Destruirá a la muerte para siempre; y enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho.”
—Isaías 25:8

Escrituras Seleccionadas:
Isaías 25:6-9

EL “MONTE” o el reino de Dios es de nuevo el tema de nuestra lección en las Escrituras. Un gran banquete está siendo preparado por Dios, y todas las personas serán invitadas a asistir. Es un “banquete de manjares suculentos,… de vinos refinados.” (Isa. 25:6) Este lenguaje figurativo despliegue la riqueza de las bendiciones de Dios que derramará sobre toda la humanidad. Verdades abundantes y propicias llegarán a ser evidentes para todos. Al igual que los vinos refinados, bien conservados, las doctrinas estimulantes del reino de paz, que han sido conservadas para siempre por Dios, animarán los corazones de los hombres. “Dad… el vino a los de amargado ánimo. Beban, y olvídense de su necesidad, y de su miseria no se acuerden más.”(Prov. 31:6,7) En el reino de Dios, después de siglos de sufrimiento y gemidos, la humanidad finalmente olvidará la “necesidad” de su estado pecaminoso, y la “miseria” de la condición moribunda.

La profecía de Isaías ejemplifica la misma lección que la parábola de la oveja perdida de Jesús. (Mat.18:12-14) Como un pastor no sería satisfecho con la aceptación de la pérdida de una sola oveja, así Dios “no quiere que ninguno perezca.” (2 Ped. 3:9) Él hace su “banquete de manjares suculentos” a “todos los pueblos.” Esto está en armonía con las enseñanzas de Pablo con respecto a la muerte de Jesucristo como “un rescate por todos”, no solamente por algunos. (1 Tim. 2:6) Por lo tanto, los beneficios del sacrificio de Jesús, el “don gratuito” de Romanos 5:18, vendrán sobre “todos los hombres la justificación de vida.”

En el reino de Dios, el “velo que envuelve a todas las naciones” será quitado. (Isa. 25:7) Este es el velo de ignorancia que prevalece en el mundo de hoy. Será eliminado, revelando un Dios de amor a los hombres. Será uno de los eventos más épicos en la historia de la humanidad. En aquel tiempo no habrá terror, sino asombro. Cuando la verdadera naturaleza de Dios se manifieste plenamente, la reacción de la humanidad será como se expresa en el versículo 9: “He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.” Esta será la reacción del hombre—ya conocida de antemano y profetizada—cuando Dios se les revela por fin. Ellos descubrirán el Dios que habían anhelado, y se darán cuenta de que no es cruel, arbitrario, o vengativo hacia ellos. Más bien, es amoroso, justo, misericordioso y bondadoso.

La bondad, la misericordia, la justicia y el amor de Dios se expresan en el versículo 8 de la visión de Isaías. Dios aplicará la redención del sacrificio de Cristo que satisface la justicia para el beneficio de nuestra raza moribunda. Como resultado, “destruirá a la muerte para siempre.” En su bondad, Dios cariñosamente “enjugará las lágrimas de todos los rostros”—ninguno será olvidado. Su misericordia se expresará al quitar la “afrenta de su pueblo de toda la tierra.”

Jesús realizará la obra de llevar a la raza humana caída de nuevo en armonía con su Creador. El resultado será que “Dios… habitará entre ellos [la humanidad restaurada], y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos, y Él enjugará toda lágrima de sus ojos; y ya no habrá muerte; ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.” (Apoc. 21:3-4, La Biblia de las Américas) Que cobremos ánimo de esta visión y su esperanza de la liberación eterna de la humanidad en el reino de Dios.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba