ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección Seis
La Pascua
Versículo Clave: “Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.” Escrituras Seleccionadas: |
TRAS UNA SERIE de nueve plagas sobre Egipto, Dios dio a Moisés y a Aarón instrucciones relativas a una décima y última plaga que efectuaría la liberación de los israelitas de su cautiverio. El guardar estas instrucciones llegó a conocerse entre los judíos como la fiesta de la Pascua.
“Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero.” —Exod. 12:1-4
En preparación para la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto, cada familia judía fue instruida a seleccionar un cordero “de un año” del rebaño, sin defecto. Tenían que matarlo en la tarde del 14 de Nisán, y rociar su sangre sobre los postes y los dinteles de las casas. Por ser obedientes a las instrucciones de Dios, y quedándose dentro de sus casas cuando el ángel de la muerte “pasaría” aquella noche, las vidas de los israelitas se perdonarían. —vss. 5-13
Nuestro versículo clave nos recuerda que Dios deseaba que los judíos guardaran “este día” como conmemoración de la liberación de los primogénitos que se llevó a cabo hace miles de años en Egipto. Su liberación resultó en la liberación posterior de toda la nación, y los judíos de todo el mundo siguen conmemorando la Pascua.
Sin embargo, la nación de Israel no pudo darse cuenta de que la Pascua y otras características del pacto de la Ley fueron diseñadas a ser un “ayo”, y llevarlos a una aceptación de Cristo. Él fue el verdadero “cordero” de la Pascua que fue sacrificado a su favor para quitar el pecado. —Gal. 3:24; 1 Cor. 5:7,8; Juan 1:29
Los creyentes consagrados durante esta Edad Evangélica han apropiado a sí mismos el valor de la sangre expiatoria de Cristo y han entrado en una relación de pacto con Dios. Pablo habla de “la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, y… la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.” (Heb. 12:23,24) Como miembros de los primogénitos antitípicos, sólo los engendrados del espíritu han sido salvados de la plaga de la condenación Adámica que yace sobre el resto de la humanidad. La sangre de la aspersión representa el mérito del sacrificio redentor, que ha sido imputado a favor de la iglesia. Esto proporciona a cada creyente consagrado la justificación por la fe en Cristo por el poder limpiador de su sangre.
Qué magnífica oportunidad ha sido proporcionada a favor de la iglesia, los primogénitos antitípicos. Ellos ayudarán a Cristo Jesús en bendecir a todas las familias de la tierra durante el reino de Dios pronto a establecerse, y liberar a toda la humanidad de su larga esclavitud del pecado y de la muerte.