Lección Cuatro

Tesalónica, Berea y Atenas

Versículo Clave: “Porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.”
—Hechos 17:23

Escritura Seleccionadas:
Hechos 17:1-34

TRAS SU TIEMPO en Filipos, Pablo, Silas y Timoteo viajaron a Tesalónica. Allí encontraron una sinagoga judía, y por tres sábados, discutieron las Escrituras con los asistentes. Pablo enfatizó que Jesús fue el Cristo que se resucitó de entre los muertos. Algunos de los judíos, así como un número de devotos griegos aceptaron el mensaje y se convirtieron en seguidores de Cristo. —Hechos 17:1-4

“Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.” (vs. 5) Se formularon acusaciones contra Jasón, quien era un cristiano, relativas a la perturbación que había acontecido. Tuvo que depositar una fianza para garantizar que no habría más disturbios, después de que él y los demás fueron liberados. Como resultado, Pablo y Silas partieron rápidamente para Berea. —vss. 6-9

Como de costumbre, los misioneros fueron primero a las sinagogas, donde había estudiantes de las Escrituras de corazones honestos. Como resultado, muchos de ellos llegaron a ser creyentes. Cuando las noticias de este ministerio exitoso en Berea llegaron a Tesalónica, los judíos inconversos realizaron un viaje a Berea, una vez más, agitando a la gente en contra de estos misioneros. Pablo se embarcó para Atenas, mientras Silas y Timoteo se quedaron en Berea para fortalecer a los nuevos cristianos. —vss. 10-15

A su llegada a Atenas, Pablo observó que la ciudad estaba entregada a la idolatría, y él comenzó a declarar la palabra de Dios en la sinagoga y en el mercado. Algunos de los filósofos griegos le invitaron a dirigirse al Areópago, un órgano judicial, que se reunía en la colina de Ares. Estos eran gentiles, y siendo consciente de todos los ídolos en Atenas, Pablo comenzó su mensaje señalando que había observado que eran muy religiosos. —vss. 16-22

En nuestro versículo clave, Pablo mencionó que vio un altar al “DIOS NO CONOCIDO”. Entonces él hizo una transición en su discurso para iluminarlos con respecto al único Dios verdadero, y presentó diversas características del plan divino, incluyendo la doctrina de la resurrección. Pablo afirmó que el Dios verdadero no habita en templos hechos por manos humanas, sino que él es el creador de todas las cosas, y se revelará a los que le buscan. Les dijo que Dios había pasado por alto la ignorancia de los que nunca le conocían en el pasado, pero ahora había llegado el momento de arrepentirse debido a un período de juicio venidero, que sería ejecutado por Jesucristo. Aunque algunos oyentes consideraban su mensaje incrédulo, especialmente con respecto a la resurrección de los muertos, otros querían oír más de esto más tarde, e incluso algunos llegaron a ser creyentes. —vss. 24-34

El celo de la Iglesia primitiva en la difusión del Evangelio es inspirador. Que su ejemplo sirva como un estímulo para cada uno de nosotros en compartir las buenas nuevas del reino de Dios bajo Cristo Jesús que bendecirá a toda la familia humana, así poniendo fin a todo el mal que existe actualmente en el mundo.