ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Uno

Dios rescata a Pedro

Versículo Clave: “Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.”
—Hechos 12:5

Escritura Seleccionadas:
Hechos 12:1-17

INTENSA PERSECUCIÓN era la experiencia de la Iglesia primitiva, pero, a la vez, la providencia divina permitía experiencias contrastantes en las vidas de los santos. En la lección de hoy nos enteramos de que Herodes, el rey de Judea, ordenó la muerte de Jacobo por la espada. Así que él se convirtió en uno de los primeros mártires por la causa de Cristo, mientras que su hermano Juan alcanzó una edad muy avanzada, probablemente hasta cerca del final del primer siglo. —Hechos 12:1,2

Como otro de los discípulos más íntimos de Cristo, la experiencia de Pedro era diferente. Ya que Herodes había agradado á los judíos por matar a Santiago, “procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura. Y habiéndole tomado preso, le puso en la cárcel, entregándole a cuatro grupos de cuatro soldados cada uno, para que le custodiasen; y se proponía sacarle al pueblo después de la pascua.” —vss. 3,4

Nuestro versículo clave revela las oraciones fervientes a favor de Pedro por los hermanos en Jerusalén. Sus mentes probablemente estaban pensando en el hecho de que uno de sus líderes, Jacobo, había sido asesinado y estaban preocupados de que Pedro también pudiera morir por la espada.

Esa noche, cuando Herodes había planeado a sacarlo de la cárcel, Pedro estaba durmiendo pacíficamente. Él estaba encadenado a dos soldados mientras otros dos guardias estaban vigilando, aparentemente para asegurarse de que él no podía escapar de sus captores. De repente, se presentó un ángel del Señor, despertó a Pedro y, milagrosamente, las cadenas se le cayeron de las manos. Entonces, también por un milagro, Pedro fue conducido por el mensajero celestial de su confinamiento en la cárcel a su libertad en la ciudad. —vss. 6-10

 Aparentemente, los eventos susodichos relacionados con la liberación de Pedro del cautiverio son tan notables que durante un tiempo percibía que pudiera haber estado soñando o en un trance. Una vez que Pedro se dio cuenta de que en realidad había sido puesto en libertad, fue a la casa de María, la madre de Juan Marcos, donde los hermanos estaban reunidos en oración. Pedro llamó a la puerta del patio y una muchacha llamada Rode reconoció su voz, pero en su entusiasmo, no abrió la puerta. Corrió adentro y les dijo a los hermanos que habían estado orando que Pedro había llegado, pero no le creían. Finalmente, como resultado de que Pedro persistía en llamar, abrieron la puerta y le vieron. Entonces él les relató la historia de su liberación providencial. Pedro les ordenó a informar a uno de los discípulos llamado Jacobo, así como otros de la hermandad, y luego se fue a un lugar desconocido. —vss. 11-17

“La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5:16) Nunca seremos probados más allá de lo que podemos soportar, sino que se nos proporcionará una vía de escape. A veces esto pueda ocurrir a través de la muerte, como fue el caso de Jacobo, mientras que en el caso de Pedro, la intervención divina efectuó su liberación. Que podamos perseverar diariamente en procurar hacer la voluntad de Dios, con la certeza de que si somos fieles, podamos regocijarnos, porque seguramente seremos libertados en un tiempo y en una manera que el Padre celestial estime mejor.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba