ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección Cuatro

Dios Exige Justicia

Versículo Clave: “Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, y haced misericordia y piedad cada cual con su hermano; no oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.”
—Zacarías 7:9,10

Escritura Seleccionadas:
Zacarías 7:8-14

LA LEY dada a Moisés había ordenado un ayuno en el Día de la Expiación de Israel. (Lev. 16:29-34), Mientras estaba en el cautiverio babilónico, sin embargo, el pueblo judío instituyó nuevos ayunos en recuerdo de varios eventos relacionados con su trágica derrota en manos de Nabucodonosor. (2 Reyes 25:2-10) En la lección de hoy, una vez que los exiliados estaban de vuelta en su patria, se envió una delegación a los sacerdotes y a los profetas para preguntarles acerca de la conveniencia de seguir con estos ayunos. —Zac. 7:1-3

El Padre celestial por medio de su siervo Zacarías respondió a esta consulta. “Vino, pues, a mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: Habla a todo el pueblo del país, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí? Y cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros mismos? ¿No son estas las palabras que proclamó Jehová por medio de los profetas primeros, cuando Jerusalén estaba habitada y tranquila, y sus ciudades en sus alrededores y el Neguev y la Sefela estaban también habitados?” —vss. 4-7

La reprimenda anterior indica que el lloro asociado con sus ayunos no era por el Señor, sino por ellos mismos. Antes de la destrucción de Jerusalén, sus anteriores profetas justos les habían advertido que el Padre celestial desea sinceridad y obediencia en lugar de ritos y palabras.

Nuestro versículo clave enfatiza la norma de conducta que Dios requiere de su pueblo, incluso la manifestación de la justicia, la misericordia y la compasión hacia los demás. Esto no sólo era cierto en el caso de Judá en el pasado, sino que se esperaba que estas mismas cualidades se manifestaran por todos los que aman la justicia hoy y en el futuro.

A pesar de la claridad de la respuesta de Dios, Israel se negó a prestar atención a este consejo. Evidentemente no reconocieron que la ira de Dios estaba sobre ellos, inclusive su dispersión y la desolación de la tierra, fue el resultado de su obstinación de corazón. —vss. 11-14

El futuro de Israel promete su restauración al favor de Dios, a medida que los exiliados sean reunidos a su patria. (cap. 8:1-17) Aunque estas promesas tenían una aplicación parcial en el tiempo de Zacarías, su plena realización espera el glorioso reino de Dios, cuando todo pecado, tristeza e injusticia sean una cosa del pasado en toda la tierra. —Isa. 35

Todavía hay muchas dificultades actuales para Israel, así como para otros de la familia humana que desean las bendiciones de paz y justicia. Sin embargo, estamos asegurados de las condiciones que existirán en el futuro, ya que Cristo enseñó a sus discípulos a orar: “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Lucas 11:2) ¡Qué tiempo de bendición esto será para toda la humanidad!



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba