ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección para 31 de mayo
Colaboradores en la Verdad
Versículo Clave: “Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad.” Escritura Seleccionadas: |
AL IGUAL QUE EN la epístola anterior, el autor se refiere a sí mismo como “el anciano” y se acepta ampliamente que fue el apóstol Juan. Se dirigió la carta a “Gayo, el amado, a quien amo en la verdad.” (3 Juan 1) Aunque Gayo pareció ser frágil de salud física, Juan reconoció su vitalidad espiritual y se regocijó en el testimonio que recibió de los hermanos que Gayo “anda en la verdad.” (vss. 2-4) Juan elogió especialmente a Gayo por su hospitalidad y la utilización de sus recursos personales para ayudar a suministrar las necesidades de los siervos ocupados en el ministerio del Evangelio. —vss. 5-7
El Apóstol Pablo también destacó la necesidad de que los creyentes vivan en conformidad con el ejemplo de conducta cristiana manifestada por los hermanos fieles de la Iglesia primitiva. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.” —Fil. 4:8,9
Nuestro versículo clave es una exhortación para nosotros, como creyentes consagrados, de estar alerta a las oportunidades de suministrar cualquier apoyo que podemos prestar a otros hermanos que viajan de un lugar a otro para promulgar la palabra de Dios. Dicha asistencia pueda incluir el entretenimiento de tales servidores en nuestras casas, y en algunos casos, si sea apropiado, pueda implicar la ayuda financiera. En todos los casos, sin embargo, tenemos el privilegio de apoyar a aquellos que son capaces de estar más activos en el ministerio a través de nuestras oraciones a su favor y con palabras de ánimo.
Juan continúa diciendo: “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia. Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.” —3 Juan 9-11
En contraste con el fiel Gayo, fue necesario que Juan hiciera una reprimenda pública a Diótrefes, quien manifestó orgullo y un espíritu dictatorial, hasta el punto de utilizar su influencia para impedir que otros mostraran hospitalidad a Juan y a los otros obreros fieles en el servicio de Dios. Como conclusión de esta epístola, Juan, por el contrario, menciona a Demetrio como hermano fiel a Gayo, cuya conducta cristiana fue aprobada. —vs. 12
Una lección similar a la de la epístola fue escrita también por el Apóstol Juan, y no sólo para aquellos que vivían en su día, sino también para todos los seguidores consagrados de Cristo a través de toda la Edad Evangélica. Estas palabras, dadas a Juan por el Señor resucitado, declaran: “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.” —Apoc. 2:10