Lección para 15 de febrero

Sirviendo a los Más Pequeños

Versículo Clave: “Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
—Mateo 25:40

Escritura Seleccionada:
Mateo 25:31-46

DURANTE SU MINISTERIO terrenal, nuestro Señor Jesús se humilló a sí mismo hasta la muerte en la cruz. Como resultado, se ha proporcionado la oportunidad de que toda la humanidad se resucite de la sentencia de la muerte que sobrevino a la humanidad a causa del pecado original de Adán. —Fil. 2:8) Además, fue la voluntad de Dios que hubiera un “rebaño pequeño” de seguidores fieles que estaría asociado con Cristo Jesús en bendecir a todas las familias de la tierra durante su reino.

La lección de hoy implica un juicio futuro de la familia humana. Este proceso requerirá mil años para su finalización. Al final de ese tiempo, se dictará sentencia para cada uno de los miembros de la humanidad en cuanto a su destino final. —Apoc. 20:4,6

Al comienzo de la parábola de Jesús acerca de las ovejas y las cabras, observamos que los que hayan sido seguidores fieles y asidos de Cristo en esta vida ya habrán recibido una recompensa celestial. Estos estarán asociados con su Señor en el reino glorioso de justicia. “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.” —Mat. 25:31,32

Jesús señaló que las ovejas heredarían el reino, mientras que las cabras serían destruidas. —vss. 34,41) El motivo de estas decisiones radica en el hecho de que las ovejas ministraron a las necesidades del Señor y recibieron su aprobación, mientras que las cabras fallaron de prestarle cualquier ayuda. Por lo tanto, merecen ser rechazadas debido a su actitud egoísta. —vss. 37-39,44

Puesto que ni las ovejas ni las cabras tuvieron la oportunidad de caminar con Cristo durante su existencia terrenal, ambos grupos se quedaron perplejos en cuanto a cómo le ayudaron o fallaron de hacerlo en su momento de necesidad. La conclusión del asunto se basa en el hecho de que durante el reino, habrá oportunidades para ayudar a bendecir o ignorar a sus compañeros de la familia humana cuando son despertados del sueño de la muerte.

Nuestro versículo clave indica que las ovejas merecerán la vida eterna porque el Señor considerará sus obras en ayudar a los compañeros de viaje a lo largo de la calzada santidad como si las hubieran hecho por él.

Aunque el marco de circunstancias de esta parábola tenga lugar durante el reino cuando la humanidad sea juzgada digna o indigna de la vida eterna en la tierra, también contiene una lección para aquellos que se esfuerzan por ser seguidores asidos de Cristo durante la Edad Evangélica. Cuando observamos las debilidades, las pruebas, y las tentaciones de los creyentes, debemos recordar que estamos sujetos también a los mismos ataques por el mundo, la carne y el Adversario. Nuestro deseo compasivo de ayudar a los demás demostraría nuestro agradecimiento por el privilegio de prestar servicio. Que reconozcamos la importancia de ayudar a nuestros hermanos mediante nuestras acciones, oraciones, y un espíritu general de ánimo.