Lección para 30 de noviembre

Que Sión Se Regocije

Versículo Clave: “¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion!: ¡Tu Dios reina!”
—Isaías 52:7

Escritura Seleccionadas:
Isaías 52:1, 2, 7-12

ANTES DE SU ascensión al Padre celestial después de su resurrección y varias apariciones a los discípulos, Cristo les afirmó que bajo la iluminación del Espíritu Santo, tendrían una comisión especial. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” —Hechos 1:8

Este privilegio de predicar el Evangelio ha sido un aspecto fundamental de la responsabilidad del creyente consagrado y ha servido como un medio de fortalecer al cuerpo de Cristo por casi dos mil años. A medida que observamos las condiciones que existen en el mundo de hoy, está claro que hay un anhelo de paz por muchos y un descanso de todos los problemas que enfrenta la humanidad. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos, los científicos y los médicos, es evidente que no se ha encontrado ninguna solución verdadera para lograr lo que los corazones humanos siguen deseando.

Nuestro versículo clave afirma que Dios tiene un plan que satisfará todos los anhelos de la humanidad. Es el privilegio de los seguidores de Cristo de reafirmar las buenas nuevas de gran gozo que fueron anunciadas por el ángel en el momento del nacimiento del Salvador.

Un conocimiento importante en cuanto a la aparente demora en el cumplimiento del propósito de Dios es el hecho de que Jesús vino a la tierra en su primera aparición con el propósito de ofrecer un precio de rescate por Adán y por su descendencia al entregar su vida humana perfecta en sacrificio. Este fue el primer paso en el cumplimiento del designio del Padre. Además, un llamamiento ha sido ofrecido a lo largo de toda esta Edad Evangélica a los miembros de la raza humana que tienen corazones receptivos y oídos auditivos. Estos han sido invitados a dedicar sus vidas a Dios, siguiendo el ejemplo de Jesús en sacrificar sus intereses terrenales a cambio de una participación en el reino venidero de justicia y bendiciones.

Estos gloriosos propósitos han sido predichos en las Escrituras. Pedro dijo a los reunidos en Jerusalén después del Pentecostés: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.” —Hechos 3:19-21

La portada de El Alba proclama esta revista como Un Heraldo de la Presencia de Cristo. Como tal, nos deleitamos de publicar nuestra comprensión de que Dios, a través de la presencia invisible de su hijo exaltado, Cristo Jesús, tiene bajo control todos los asuntos de la tierra durante este tiempo turbulento. (Sal. 46:1-9) Cuando el cuerpo de Cristo esté completo, entonces Dios intervendrá, como profetizado en las Escrituras: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.“ (vs. 10) Entonces, habrá gran regocijo a medida que su voluntad se haga en la tierra, y todos se unan en proclamar las palabras de nuestro versículo clave: “¡Tu Dios reina!”