ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 26 de octubre

La Esperanza Satisface

Versículo Clave: “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.”
—Job 42:2

Escritura Seleccionadas:
Job 42:1-10

LA NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL traduce nuestro versículo clave de la siguiente manera: “Yo sé bien que tú lo puedes todo, que no es posible frustrar ninguno de tus planes.” Esta interpretación del versículo parece capturar el pensamiento correcto. Nuestro Padre Celestial ha creado un glorioso plan que se está llevando a cabo de acuerdo con su santa y perfecta voluntad. No puede ser frustrado por cualquier persona, poder o influencia, ya sea en el cielo o en la tierra. El maravilloso plan de Dios incorpora todos los aspectos de sus atributos—su sabiduría, justicia, amor y poder. Estos pueden verse en todos los aspectos de su plan por los que han llegado a apreciar su carácter perfecto y armonioso.

En cuanto a la sabiduría, Santiago nos dice que “la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.” (Santiago 3:17) La sabiduría de Dios es pura, es decir, que es santa. Siendo santa primero, también es pacífica, amable, fácil de obedecer, y misericordiosa con todos. Ya que estos atributos de la sabiduría de Dios están todos en armonía uno con el otro, es verdaderamente “sin hipocresía”.

En el Libro de los Proverbios, también se nos habla de la importancia de la sabiduría. “El temor [es decir, la reverencia] de Jehová es el principio de la sabiduría.” “Sabiduría ante todo.” (Prov. 9:10; 4:7) Estas palabras nos señalan exactamente de lo que se dio cuenta Job, tal como se registra en los versículos de nuestra lección. A través de sus experiencias Job llegó a apreciar que sólo después de desarrollar una reverencia completa por el Creador Todopoderoso, así como el reconocimiento de su infinita sabiduría, justicia, amor y poder, podía esperar recibir la plenitud de las bendiciones de Dios y de su misericordia.

Para los seguidores de Cristo—el que desplegó perfectamente las cualidades de su Padre—guardando en nuestras mentes y en nuestros corazones los atributos del carácter de Dios nos impulsarán a deleitarnos en hacer aquellas cosas que están en armonía con esos atributos. La condición de nuestro corazón es lo más importante en esta tarea, y se nos recuerda de esto por la grave afirmación de Pablo: “La palabra de Dios es viva y eficaz… y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” —Heb. 4:12

Para desarrollar la plena lealtad de corazón a Dios significa que debemos esforzarnos continuamente para lograr que todas las intenciones, motivaciones, pensamientos, palabras y acciones de nuestra vida, estén sometidos a la voluntad divina en la mayor medida posible. Job testificó que sus palabras provenían de un corazón recto, y, por tanto, podían hallarse agradables a Dios. “Estoy a punto de abrir la boca, y voy a hablar hasta por los codos. Mis palabras salen de un corazón honrado; mis labios dan su opinión sincera. El Espíritu de Dios me ha creado; me infunde vida el hálito del Todopoderoso.” —Job 33:2-4, Nueva Versión Internacional

Cerramos esta lección con las palabras fortalecientes a la fe del profeta Isaías. “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano… ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.” “Porque yo soy Dios…que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho.” (Isa. 45:18,21; 46:9,10) Podemos tener paz maravillosa en saber que lo que Dios ha prometido, siempre ha podido realizar. Su justo y misericordioso plan no fracasará.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba