ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 21 de septiembre

Un Nuevo Futuro

Versículo Clave: “Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra.”
—Jeremías 32:15

Escritura Seleccionadas:
Jeremías 32:2-9,14,15

EL MARCO DE circunstancias para la lección de hoy es verdaderamente triste. Jeremías, un israelita fiel y el profeta del Señor, había sido encerrado en prisión por nadie más que Sedequías, el rey de Judá—la división de dos tribus de Israel. Sedequías estaba consternado porque Jeremías había profetizado que Jerusalén sería sitiado y derrotado por el rey de Babilonia. Además, había profetizado que el reino de Sedequías sería quitado, y que él sería llevado cautivo a Babilonia. (Jer. 32:2-5) Aunque ahora era preso en manos de su propio rey, las palabras de Jeremías eran verdaderas. En efecto, todo lo que había profetizado acerca de Jerusalén, de Sedequías, y de su reino se hizo realidad. Los israelitas ahora eran esclavos en Babilonia. Ya no poseían casas, heredades, o viñas.

Mientras estaba en prisión, “la palabra de Jehová” vino a Jeremías de una manera muy interesante. (vss. 6-14) Parafraseando el relato, Dios informó a Jeremías que una heredad en su ciudad natal de Anatot que había pertenecida antes a su tío podría permanecer como posesión de la familia si él lo comprara. “Tú tienes derecho a ella para comprarla,” Dios dijo a Jeremías. Luego, el hijo del tío de Jeremías le visitó en la cárcel y confirmó las palabras del Señor, diciendo, “tuyo es el derecho de la herencia, y a ti corresponde el rescate; cómprala para ti.” Jeremías entonces “sabía que era palabra de Jehová.” Él compró la heredad, dio el dinero al hijo de su tío, y consiguió pruebas de la compra con los documentos apropiados, sellándolos en una vasija de barro por si acaso fuera necesario justificar la transacción en el futuro.

Aunque el relato de la compra de Jeremías de la heredad de su tío es verdadero sin duda, el Señor lo usó para ilustrar algo de gran importancia acerca de Israel. Inmediatamente después del relato anterior, encontramos las palabras de nuestro Versículo Clave, que prometen que “aún se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra.” Igual que Jeremías había retomado posesión de la propiedad de su tío pagando el precio por su redención, así también Jesús pagó el precio—su vida humana perfecta—por la redención de Adán. —1 Tim. 2:5,6

Como registrado en la narrativa de nuestra lección, en este tiempo Israel estaba esclavizada en Babilonia. La humanidad, también, ha estado esclavizada al “pecado y a la muerte” desde la caída de Adán. (Rom. 8:2) En el caso de Israel, la compra por Jeremías de la heredad de su tío fue llevada a cabo mientras estaba en prisión, y mientras la nación estaba en cautiverio. La compra redentora de Adán y de su raza por Jesús fue llevada a cabo hace casi dos mil años, en medio del cautiverio de la humanidad al pecado y sus resultados horribles. De hecho, hasta hoy en día esta esclavitud sigue.

Dios es fiel a sus promesas tanto a Israel como al mundo entero. Toda la humanidad ha sido “rescatada … con la sangre preciosa de Cristo,” y es su “posesión”. (1 Ped. 1:18,19) En cooperación con el Padre Celestial, Cristo bendecirá a la humanidad que él ha comprado. Todos aquellos que obedezcan las leyes justas del reino del Mesías poseerán otra vez el hermoso paraíso edénico perdido hace mucho tiempo. En efecto, “se comprarán casas, heredades y viñas en esta tierra” de nuestro planeta, la morada eterna y perfecta del hombre. ¡Qué futuro tan glorioso espera a la raza humana!



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba