ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 8 de junio

Tenga Confianza en las Promesas de Dios

Versículo Clave: “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.”
—Hageo 2:9

Escritura Seleccionadas:
Hageo 1:12; 2:1-9

COMO SE OBSERVÓ en la lección anterior, Israel seguía un patrón a través de su historia de obedecer y alabar a Dios cuando recibía bendiciones, y luego desobedeció cuando fue dejado a su propia imaginación. La provisión de Dios del maná en el desierto es sólo un ejemplo en el que su gratitud fue sustituida pronto con quejas para algo mejor. Esa es la naturaleza de la humanidad. La falta de apreciar y confiar en las providencias de Dios fue la razón por la que Israel seguía rompiendo su pacto con Dios, una promesa que todo el pueblo había hecho cuando fueron liberados de su esclavitud en Egipto. —Ex. 19:8

A lo largo de su historia podemos ver el carácter misericordioso de Dios hacia su pueblo escogido. Cuando, finalmente, se les permitió ser tomados en cautiverio en Babilonia, Dios les animó con recordatorios de su amor para con ellos. Él les dijo que no les abandonaría ni les desampararía, tal como había prometido a Moisés y Josué. (Jos. 1:5) Además, aseguró que su cautiverio no sería permanente, sino que terminaría después de setenta años. —Jer. 29:10

Después de haber sido castigados por las palabras de Hageo por no haber obedecido a Dios, el pueblo se conmovió a obedecer las instrucciones de Dios y una vez más reverenciarlo y alabarlo. (Hag. 1:12) Entonces, Dios les aseguró una vez más, declarando, “Yo estoy con vosotros.” Esto despertó al pueblo a la acción, “y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios.” —vss. 13,14

El mensaje adicional del profeta se registra en Hageo 2:6-9. Era sin duda desconcertante a los israelitas que lo oyeron. A lo mejor de su conocimiento, el temblor del pasado podría haber hecho referencia a la sacudida de la tierra en el momento de la entrega del Pacto de la Ley en el Monte Sinaí. Sólo podían adivinar lo que pudiera ser la sacudida futura, ya que no tenían ayuda especial para pronosticar los eventos futuros. Lo mismo puede decirse de su incapacidad de comprender el significado de la declaración, “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera,” mencionado en nuestro versículo clave.

Con la ayuda del Espíritu Santo, somos capaces de comprender lo que Israel no podía reconocer. Nos damos cuenta de que las cosas naturales que sucedieron a Israel natural eran tipos de cosas más grandes que se aplican a la Iglesia en esta Edad Evangélica actual. (1 Cor. 10:11) A través del engendramiento del espíritu, somos capaces de ver que la postrera casa a la que se refirió Hageo es el cuerpo de Cristo. “Vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.” (2 Cor. 6:16) Entendemos también que esta postrera casa no niega la importancia de la primera. Dios ha prometido que nunca olvidará a Israel ni su papel para que sean una bendición terrenal en el reino venidero.

El Apóstol Pablo recuerda a sus lectores de la importancia de Israel en los planes de Dios: “Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció.” (Rom. 11:1, 2) El salmista también atestigua este punto, diciendo: “Porque no abandonará Jehová a su pueblo, ni desamparará su heredad.” (Sal. 94:14) Somos bendecidos por el entendimiento de que el deseado de todas las naciones vendrá pronto en el reino de Dios, justo como lo prometió a través de Hageo y el resto de los profetas. Que aprendamos de las experiencias de Israel a confiar implícitamente en las promesas de Dios.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba