ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 18 de mayo

La Enseñanza de Jesús Acerca de la Ley

Versículo Clave: “Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.”
—Mateo 15:8, 9

Escritura Seleccionadas:
Mateo 15:1-11, 15-20

LOS ESCRIBAS y los fariseos vinieron como una delegación desde Jerusalén para investigar la enseñanza y las obras de Jesús. Confiaron en la tradición de los ancianos para interrogarle acerca de la razón por la cual sus discípulos no seguían el rito de lavarse las manos antes de comer, a pesar de que tal práctica no era parte de las Escrituras.

Al regañar a estos líderes por su hipocresía, Jesús respondió a su pregunta por preguntarles. “Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.” —Mat. 15:3-6

El Señor también citó de Isaías para señalar la superficialidad de sus quejas. (Isa. 29:13) En hacerlo, les recordó que simplemente hablaban de boquilla sobre la palabra de Dios por promover dependencia en las tradiciones de los hombres. Nuestros versículos claves contienen la cita de Jesús del Profeta, y afirman el tenor general de su reprimenda de estos falsos maestros, cuyas doctrinas erróneas anulaban la palabra de Dios.

A lo largo de su ministerio, nuestro Señor tenía muchas ocasiones de criticar con razón a los guías religiosos del pueblo judío, que torcían el significado de las Escrituras para adaptarlas a sus propios fines. Aquí está otro ejemplo: “Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.” —Mat. 5:43, 44

Las palabras “Oísteis que fue dicho” implican dependencia en la tradición de los ancianos a la cual los fariseos se apegaban. Ignoraban tanto la letra como el espíritu de la ley en lo que respecta al Maestro, a quien detestaban. La profundidad de su degradación se ilustra bien en el hecho de que después de que Jesús resucitó a Lázaro, conspiraban no sólo en matar a Cristo, sino también a Lázaro ya que mucha gente creía en él. —Juan 11:45-53; 12:9-11

No estamos bajo la esclavitud de leyes específicas como resumidas en los Diez Mandamientos, ni tampoco estamos sujetos de ningún modo a las tradiciones religiosas de los hombres. Más bien, estamos bajo la ley de la libertad. Nuestro amor a Dios se demuestra no sólo en evitar aquellas cosas que las Escrituras prohíben, sino también en sacrificar nuestros derechos y privilegios humanos en el servicio de la verdad a favor del Señor y a favor de los hermanos.

Alcanzando el espíritu de amor en nuestras palabras y hechos es prueba de que hemos sido implantados en Cristo. La influencia transformadora del Espíritu Santo nos permite cumplir la ley de Dios en nuestras vidas. —Mat. 22:36-40; Juan 13:34, 35



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba