ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 22 de diciembre

El Nacimiento de Jesús

Versículo Clave: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.”
—Lucas 2:7

Escritura Seleccionada:
Lucas 2:1-17

LA HISTORIA DEL la nacimiento de Jesús es, sin duda, la más reconocida de la Biblia. Durante este tiempo cada año, el mundo reconoce el nacimiento de su Redentor con escenas de la natividad, tarjetas de felicitación y regalos. Sin embargo, el impacto de aquel nacimiento no es comprendido plenamente por la humanidad. El tiempo del nacimiento es incorrecto, y ha sido comercializado a favor de la mercancía. A pesar de ello, muchas personas son un poco más educadas, un poco más pacientes, un poco más alegres y generosas durante esta temporada. Se nos insta recordar el “motivo de la temporada.” Para nosotros la Navidad también debe ser una temporada especial para regocijarse del don del Hijo de Dios como el precio de rescate por Adán y la raza humana (Juan 3:16, 17), y un tiempo para ser testigo de la dirección de Dios en este gran evento.

Los profetas habían profetizado que este nacimiento produciría un gran líder que reinaría para siempre bajo un gobierno justo, y que el escogido nacería en Belén, la Ciudad de David. (Isa. 9:6, 7; Mic. 5:2) En aquel tiempo, el gobierno romano decretó que cada persona debe regresar a su ciudad de origen para pagar impuestos. Esto significó que José y María tuvieron que volver a Belén, ya que ambos eran del linaje de David. (Lucas 2:1-3) Cuán reconfortante ver que Dios aun podría usar el Imperio Romano para dirigir a José y María al lugar exacto donde las Escrituras habían declarado que el Mesías debía nacer. Belén significa “casa del pan.” Cuán apropiado fue que este nombre estaba vinculado con nuestro Salvador. Durante su ministerio, Jesús diría a sus seguidores, “Yo soy el pan vivo que descendió del cielo”—el pan que daría vida a todos en el reino venidero. —Juan 6:51

En el tiempo que Jesús nació, se nos dice que los pastores velaban en los campos circundantes cuidando a sus ovejas. (Lucas 2:8) Fue a estos hombres humildes y mansos que el ángel del Señor anunció el nacimiento de Cristo, diciendo: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.” (vss. 10, 11) Por lo que es durante esta edad que el Señor ha estado llamando silenciosamente a lo vil y a lo menospreciado del mundo, en lugar de lo noble, para ser sus hijos. (1 Cor. 1:26-29) Este es un indicio del carácter que Dios exige de aquellos que compondrán la Novia de Cristo.

Notamos especialmente el mensaje de esperanza anunciado por el ángel del Señor, “Os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo.” El evangelio de Cristo que proclamamos significa literalmente “buenas nuevas.” Todas las profecías y los mensajes de la Biblia son testimonio de estas “buenas nuevas” de nuestro Creador. No hay nada negativo o triste en el plan de Dios, pues traerá “nuevas de gran gozo. . . para todo el pueblo” por medio de una restauración de todas las cosas perdidas por Adán—vida perfecta, dominio sobre la tierra, y comunión con Dios. La inclusión de la palabra “todo” reafirma la doctrina de la resurrección de los muertos, ya que nadie puede ser bendecido y restaurado a no ser que sea “vivificado.” —1 Cor. 15:21, 22

Después que esta declaración de las buenas noticias había sido anunciada, “Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:13, 14) ¡Qué escena esta debía haber sido! Jesús, el salvador del mundo, había nacido.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba