ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 24 de noviembre

El Comienzo del Tabernáculo

Versículo Clave: “Porque la nube de Jehová estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de noche sobre él, a vista de toda la casa de Israel, en todas sus jornadas.”
—Éxodo 40:38

Escritura Seleccionada:
Éxodo 40:16-30, 34, 38

LA LECCIÓN FINAL del Éxodo se refiere a la construcción del Tabernáculo de Israel. Dios había ordenado que se debiera establecer en el primer día del año, que fue aproximadamente doce meses después de que los israelitas habían salido de Egipto. Él también informó a Moisés dónde se debe colocar cada mueble. —Éxodo. 40:1-8

Además, se le dio instrucciones para la unción de Aarón y sus hijos para ministrar en conexión con el arreglo del Tabernáculo. En estas instrucciones se dieron detalles de la ceremonia de dedicación y de la inauguración del sacerdocio. —vss. 14-16; Lev. 8:1-9, 24

Como un siervo fiel de Dios, Moisés llevó a cabo los mandatos que recibió exactamente de la misma forma que se le había indicado. Las Escrituras nos informan que el Tabernáculo visible asociado con el centro de culto de Israel simbolizó realidades celestes que pertenecen a la iglesia de la Edad Evangélica, así como a toda la familia humana en el futuro. —Éxodo 40:18; Heb. 9:23-27; Apoc. 21:1-5

Dios manifestó su aprobación del ensamblaje del Tabernáculo, causando descender una nube, y su gloria llenó el tabernáculo de reunión para que Moisés no pudiera entrar en él. Esta nube iba a acompañar a los hijos de Israel en todas sus jornadas. Sólo podían mudarse cuando ella se movía, y dondequiera que se detuviera, tenían que permanecer allí hasta que se volviera a mover. —Éxodo 40:34-37

Nuestro versículo clave enfatiza la providencia constante de Dios sobre los hijos de Israel. Tenían que darse cuenta de que su presencia divina se manifestaba con esta nube durante el día, así como por una columna de fuego que les proporcionó luz por la noche.

Moisés era un siervo prominente designado por Dios para servir como el líder de Israel cuando procuraban entrar en la tierra prometida. Haríamos bien en reflexionar sobre nuestro privilegio como creyentes en Cristo de progresar hacia la Canaán celestial, con la perspectiva de ayudar a bendecir a la familia humana cuando el reino de Dios se establezca en la tierra.

“Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. Porque de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo. Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir; pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.” —Heb. 3:1-6

Podemos agradar a Dios por obedecer estas enseñanzas bíblicas como parte del proceso de transformación. A medida que seguimos a completar nuestra peregrinación en la carne, que nuestro epitafio refleje que hemos escuchado su consejo y que fuimos “hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores.” —Santiago 1:22



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba