ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 17 de noviembre

El Comienzo de la Libertad

Versículo Clave: “Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.”
—Éxodo 14:30

Escritura Seleccionada:
Éxodo 14:21-30

UNA VEZ QUE LOS israelitas fueron liberados de la servidumbre en Egipto debían haber sentido que estaban en camino a la libertad, más allá del alcance de Faraón. Quizás pronto estarían en el desierto, y continuarían en su viaje con seguridad. Sin embargo, Dios, mandó a Moisés de hacerles retrazar sus pasos del mismo modo que habían llegado, y de acampar cerca de Pi-hahirot. Después de seguir estas instrucciones, ellos se encontraban en una situación muy difícil, de acuerdo con el razonamiento humano, porque estaban rodeados por las montañas en ambos lados con un mar en frente de ellos. Además, a cierta distancia de la parte trasera, Faraón y su ejército se estaban acercando a superarlos. Moisés aseguró a los hijos de Israel que el Padre Celestial tenía la situación bajo control. Por lo tanto, él respondió que iban a ver la salvación de Dios, que finalmente resultaría en su libertad y en la destrucción de sus enemigos. —Éxodo 14:1-14

A partir de ese momento, Dios informó a Moisés del próximo paso de tomar para llevar a cabo esta liberación. “Entonces Jehová dijo a Moisés:…Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú, alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.” —vss. 15-18

Los egipcios fueron neutralizados por la intervención divina, cuando una “columna de nube” sirvió de barrera entre el campamento del ejército de Faraón y los israelitas. Después de que Moisés extendió su mano, Dios hizo que un viento partiera las aguas del Mar Rojo, y los hijos de Israel pudieron cruzar el pasaje en seguridad al otro lado. Cuando los egipcios intentaron superarlos mediante el mismo corredor, Faraón y sus huestes se ahogaron. “Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.” (vss. 19-28)

Nuestro versículo clave afirma la fidelidad de Dios en liberar a Israel de sus enemigos, y debe inspirar confianza en todos los creyentes, que sin duda se cumplirá cada una de las promesas contenidas en su Palabra.

Al examinar la experiencia de Israel, Pablo escribe: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.” (1 Cor. 10:11) Si, como cristianos, experimentamos dificultades que nos provocan a quejarse o incluso dudar el cuidado del Padre por nuestro bienestar espiritual, debemos orar sobre el asunto, repasar las preciosas promesas contenidas en la Biblia asegurándonos que nunca seremos abandonados, y reflexionar con gratitud sobre las muchas maneras en las cuales hemos sido preservados y liberados en el pasado. Por cierto, el Eterno nos dará todas las cosas necesarias, si nos mantenemos fieles y obedientes a él. “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rom. 8:31, 32)



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba