ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 27 de octubre

La Bendición Pasa a Jacob

Versículo Clave: “He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.”
—Génesis 28:15

Escritura Seleccionada:
Génesis 28:1, 10-22

LOS ACONTECIMIENTOS que preceden a nuestro versículo clave son importantes de hacer acordar. Isaac había tomado a Rebeca por su mujer, y ella dio a luz a gemelos—Esaú siendo el primogénito, y Jacob naciendo después de él. (Génesis 25:20-26) Siguiendo la costumbre de estos días, Esaú se consideraba el heredero de su padre, Isaac, ya que era el primogénito. Sin embargo, más tarde, cuando ambos hijos habían madurado y eran jóvenes, Esaú vendió su primogenitura a Jacob “por pan y un guisado de lentejas.” (vss. 27-34) La culminación de estos acontecimientos terminó con Jacob obteniendo la bendición de su padre, mientras se disfrazaba como Esaú, a instancias de su madre Rebeca. Jacob bendijo a Isaac con las palabras, “Sírvante pueblos, y naciones se inclinen a ti: … Y benditos los que te bendijeren.” –cap. 27:29

Esaú estaba tan molesto por estos acontecimientos que procuró matar a su hermano Jacob. Sin embargo, Dios lo anuló en este asunto, y Jacob fue protegido. Esaú salió de su casa, y tomó por esposas mujeres paganas, contrariamente a los deseos de sus padres. Jacob obedientemente siguió estas instrucciones, recibiendo esta promesa de bendición adicional: “Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos; y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.” –cap. 28:3, 4

Jacob, a causa de su fe en las promesas de Dios, ahora era prácticamente un paria en su casa, huyendo por temor de Esaú. El registro continúa, relatando la experiencia del sueño de Jacob, que tuvo mientras descansaba de su viaje. En el sueño, Jacob vio una escalera apoyada en la tierra, la parte superior de la cual llegó hasta los cielos. En la escalera, vio a ángeles ascendiendo y descendiendo. A continuación, se nos dice: “Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.” (vs. 13) Dios, reafirmó la promesa que hizo a Abrahán, diciendo: “Será tu descendencia como el polvo de la tierra … y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.” (vs. 14) La promesa del Pacto Abrahámico había pasado ahora a Jacob, y él estaba feliz con la pérdida de las cosas que había dejado atrás para obtener este gran favor de Dios.

En un mayor cumplimiento de estos versículos de Génesis 28, ellos proféticamente señalan un tiempo cuando Israel según la carne sea restaurado a sus tierras. Dios no ha abandonado a su pueblo escogido, al igual que no había dejado a Jacob. Nos regocijamos con estas palabras, pronunciadas por Dios mediante el profeta: “Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él. Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová.” (Jer. 31:11, 12) Pablo se refiere a Jacob como la representación de Israel según la carne. Como Jeremías, también dice que recibirán todas las bendiciones prometidas a ellos al fin de la Edad Evangélica, cuando la obra de desarrollar al Israel espiritual, representado por Isaac, esté completa. –Rom. 11:25-29



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