ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 15 de septiembre

Conocimiento del Bien y del Mal

Versículo Clave: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.”
—Génesis 3:22, 23

Escritura Seleccionada:
Génesis 3:8-17

NUESTRA LECCIÓN de hoy es la de la obediencia. Adán fue creado perfecto, a la imagen de Dios, con libre albedrío para tomar sus propias decisiones. Pudiera haber vivido eternamente en su hogar edénico perfecto con una condición. “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” –Gén. 2:16, 17

En estas palabras son dos principios que Satanás ha torcido para prevenir a la humanidad de comprender los planes de Dios de bendecir finalmente a todas las familias de la tierra. En primer lugar, Adán fue un alma viviente creado por Dios (Gén. 2:7), no un ser con un alma inmortal que vive dentro del cuerpo y que volvería a Dios al momento de la muerte del cuerpo físico. Las Escrituras enseñan claramente, “El alma que pecare, esa morirá.” (Eze. 18:4) En segundo lugar, al enseñar que las supuestas almas inmortales de los hombres buenos vuelven a Dios, Satanás ha torcido la promesa que Dios bendecirá a todas las familias de la tierra, por la falsa afirmación de que los desobedientes serán atormentados eternamente en un infierno de fuego. Esta doctrina está opuesta al amor de Dios, y no se enseña tal cosa en esta advertencia a Adán. La advertencia fue simple: Si tú obedeces, tú vivirás—si tú desobedeces, tú morirás.

Nuestro versículo clave muestra el amor y la sabiduría del plan de Dios por la creación humana. A través de su amor, Dios sabía que al adquirir un conocimiento del bien y del mal, en el largo plazo, enriquecería la vida del hombre más que si hubiera sido creado sólo con una tendencia instintiva de obedecer. Sería una vida automática que no dispondría de una curiosidad natural y un deseo sincero de rendir culto a su Creador. Por lo tanto, en su sabiduría, Dios ha ideado un plan donde la adquisición del conocimiento del bien y del mal por la humanidad podría lograrse a través de la experiencia inicial de un hombre perfecto, Adán, y podría restaurarse mediante el precio del rescate de un hombre perfecto, Jesús. –Rom. 5:14-18; 1 Cor. 15:21, 22

En el gran plan de Dios, todos tendrán que demostrar su obediencia a él. En este plan, para crear una familia amorosa que posee libre albedrío, Dios ha permitido que el mal reine mientras el hombre ha tenido tiempo para llenar la tierra. Durante este tiempo, Dios ha estado llamando a un pequeño número de los que le aman sumamente, aquellos que desean ser como su hijo y servir en los lugares celestiales con Dios y el Jesús glorificado. (Ef. 1:3-6) Estos están demostrando su obediencia, durante el presente siglo malo, al igual que hizo Jesús en la tierra durante su ministerio, para hacerse el rescate de Adán. “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia.” –Hebreos 5:8

La prueba de obediencia para el resto de la humanidad se dará al fin del reino milenario de Cristo, por medio de la cual se les enseñará la justicia. (Sof. 3:9) Después, podrán elegir a obedecer o desobedecer a Dios con pleno conocimiento del bien y del mal. Para aquellos que pasan la prueba final de obediencia, Dios ha prometido que morará con ellos como su Dios para siempre. –Apoc. 21:3



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba