ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 8 de septiembre

A la Imagen de Dios: Varón y Hembra

Versículo Clave: “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.”
—Génesis 2:18

Escritura Seleccionada:
Génesis 2:18-25

NUESTRA LECCIÓN de hoy se refiere a la creación de la primera pareja en la tierra, Adán y Eva. Leemos en Génesis 1:26, “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en … toda la tierra.” Vemos aquí que la creación estaba a “nuestra” imagen, la imagen de Dios y el Logos—su hijo unigénito—su primera y única creación directa. Todos los actos posteriores de creación fueron realizados por su Hijo, bajo la dirección de Dios. (Véase Juan 1:3 y Col 1:16, 17) Así, vemos que Dios estaba solo originalmente y que deseaba su propia familia. Esto es importante, ya que el hombre fue hecho a la imagen de Dios, con la capacidad de razonar y tomar decisiones como un agente moral libre. También se le dio el poder de procrear y llenar la tierra, y tener dominio sobre ella.

Leemos más de esta creación en Génesis 1:27: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” La gloria del hombre, en este sentido, fue cumplida por la unión de los dos sexos, no por los hombres solos. Este parentesco de los hombres y las mujeres sería importante para nuestra comprensión de la unicidad de Dios y de su hijo, Jesús, así como en la unidad del cuerpo de Cristo, la cabeza y los miembros del cuerpo. Justo antes de su crucifixión, Jesús oró a su Padre Celestial por sus discípulos, que se convertiría en su desposada, diciendo: “Yo ruego por ellos … para que sean uno, así como nosotros.” –Juan 17:9, 11

Nuestro versículo clave nos dice que Dios sabía que no era bueno que Adán estuviera solo, así que hizo una compañera para él, creando una mujer de una costilla de Adán. Génesis 2:24 dice que sería apropiado en el futuro que el hombre dejara sus padres y se uniera a su esposa, convirtiéndose en una sola carne. Entendemos que esto no significa que los dos se convertirían literalmente en una sola persona, sino que llegarían a ser unos en propósito, en armonía, y en espíritu, procurando hacer juntos la voluntad de Dios como una unidad, en lugar de seguir sus propias voluntades en la vida.

Esta unión de unidad entre el macho y la hembra bellamente ilustra la relación de Jesús, la cabeza, y su desposada, el cuerpo, que compondrán el Cristo que bendecirá a todas las familias de la tierra en el reino venidero. Hablando de esta relación matrimonial del hombre y de la mujer, el Apóstol Pablo exhorta a los esposos y a las esposas de seguir este ejemplo en Efesios 5:22-32, “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella… Los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama… Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.”

Pablo de ninguna manera presupone que la mujer es inferior en esta relación, sino que al seguir este ejemplo, ambos están abandonando sus propias voluntades en amor por uno al otro, y, al hacerlo, están deseosos de hacer la voluntad de su Padre Celestial.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba