ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 25 de agosto

Reformas Sabáticas

Versículo Clave: “Y dije a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día del reposo. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la grandeza de tu misericordia.”
—Nehemías 13:22

Escritura Seleccionada:
Nehemías 13:15-22

AL LEER DE LA Ley de Moisés se descubrió que los amonitas y moabitas estaban excluidos de participar en la vida y la adoración espiritual del pueblo de Israel. (Deut. 23:3) En consecuencia, como extranjeros que no habían entrado en una relación de pacto con Dios, estaban excluidos de reconocerse como parte de la comunidad judía. –Neh. 13:1

Algún tiempo después del notable resurgimiento espiritual citado en nuestra lección anterior, Nehemías regresó a sus funciones en la corte persa. Más tarde, sin embargo, regresó a Jerusalén y encontró que el sacerdote Eliasib permitió que Tobías, un amonita, mantuviera una morada en el templo. Tobías anteriormente había intentado obstaculizar la obra de Nehemías en reconstruir el muro alrededor de la ciudad. Nehemías rectificó la situación mediante la eliminación de los bienes de Tobías y limpió ceremonialmente los cuartos que había ocupado para que pudieran usarse apropiadamente como almacenes para los artículos sagrados del Templo. –vss. 4-9

Además, Nehemías reprendió al pueblo en olvidar a los levitas, que tuvieron que abandonar sus servicios espirituales asociados con el Templo para suministrar sus propias necesidades temporales. Como resultado de las acciones de Nehemías, la práctica del diezmo se restableció para apoyar a los levitas, a fin de que pudieran volver a ministrar a las necesidades espirituales de los israelitas. –vss. 10-13

Nehemías observó también que el sábado estaba siendo violado. Mercaderes extranjeros estaban vendiendo mercancía, y los judíos también se dedicaban a actividades comerciales en ese día sagrado. (vss. 15-21) Nuestro versículo clave subraya la acción correctiva de Nehemías en este asunto al mandar que los levitas se purificasen y asegurasen las puertas de la ciudad contra los comerciantes extranjeros a fin de poner fin a la profanación del sábado.

Comenzando en el momento de su primera venida, Cristo magnificó la ley y Dios dejó en claro la verdadera intención de establecer la ordenanza del sábado. Jesús estaba ofreciendo más que sólo un día de descanso del trabajo físico para sus seguidores. Estaba proponiendo un descanso de fe a los agobiados por el peso de la Ley y del pecado heredado de Adán. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mat. 11:28) Cada verdadero seguidor de Cristo, en la medida de su conocimiento y fe, tendrá descanso. El perfecto descanso del sábado tiene lugar cuando, como creyentes, nos consagramos nuestro todo a Dios, aceptando con alegría su prometida guía a través de un “camino estrecho” que conduce a honores y bendiciones del reino. Por lo tanto, descansamos de nuestras propias obras y esfuerzos por justificarnos a nosotros mismos. Reconocemos que somos imperfectos, en necesidad de la gracia divina, y aceptamos con gratitud la misericordia de Dios ofrecida a nosotros mediante la redención que es en Cristo Jesús nuestro Señor.

¡Qué bendición será para todos los que han vivido al darse cuenta de la profundidad y de los beneficios de las provisiones de Dios en guardar el sábado, ahora por los creyentes fieles, y durante el reino milenario por todos los que lleguen a conocer y amar a nuestro soberano Creador!



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba