ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA |
Lección para 3 de febrero
La Supremacía de Cristo
Versículo Clave: “Agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud” Escritura Seleccionada: |
LA NATURALEZA infinita de Dios es atestiguada por la siguiente declaración: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que apliquemos a nuestro corazón sabiduría.” (Salmo 90:12) Considerando la ensalzada posición que Jesucristo, el Hijo de Dios, ha alcanzado, se nos recuerda que él era un ser creado. Además, recordemos el hecho de que él no existió durante el intervalo entre su muerte en la cruz y su posterior resurrección por el poder de Dios. Sin embargo, por el contrario, el Padre celestial, como Creador y autoexistente, es sin principio ni fin. –Juan 5:19-26; Apoc. 3:14; I Cor. 8:4-6
En lección de hoy, es la oración de Pablo para los creyentes de Colosas y, por extensión, a todos los santos en todo el Evangelio. Su deseo es que expresamos nuestra gratitud por el privilegio de ser invitados a compartir la herencia conjunta con Cristo en su reino venidero como resultado de ser librados de la potestad de las tinieblas. Tal liberación se basa en la aceptación del sacrificio meritorio de Jesús y la influencia transformadora del Espíritu Santo, el cual activa la vida de los hijos espirituales engendrados de Dios. –Colosenses 1:12-14
Como la única creación directa del Padre Celestial, Pablo profundiza la ensalzada posición de Jesucristo en los acuerdos del plan de Dios. “Quien es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda criatura: por el cual fueron creadas todas las cosas, que están en el cielo, y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, o señoríos, o sean principados, sean potestades: todo fue creado por él, y para él: y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten. Y él es la cabeza del cuerpo, la iglesia: el cual es el principio, el primogénito de los muertos; el cual debe tener la preeminencia en todo.” (vss. 15-18) Entonces, en nuestro versículo clave, Pablo afirma que como resultado de que Cristo haya recibido esa exaltación del Padre, él ahora tiene todo poder y autoridad para ejecutar cada aspecto del propósito eterno de Dios.
Un aspecto importante del plan de Dios es tener en Cristo Jesús un ministro de reconciliación que conducirá a todos los seres inteligentes a la armonía con la voluntad del Padre celestial. Hace más de dos mil años un mensaje celestial fue dado que aún espera completo cumplimiento en cuanto al salvador de la humanidad. (Lucas 2:8-11) estas buenas nuevas fueron para todas las personas, incluyendo las generaciones pasadas, presentes, y futuras. Las Escrituras indican que Jesús no sólo murió por los pecados de aquellos que ya lo habían aceptado como su Salvador, sino también por aquellos que aún no lo han reconocido. (I Juan 2:1,2) La Biblia enseña que una recompensa celestial es ofrecida a los fieles seguidores de Jesús durante la edad Evangélica presente. La perfección del hombre en la tierra se establece como la esperanza para el resto de la humanidad que lleva vidas justas en el reino de Dios y tienen el corazón en plena armonía con sus leyes.
En todos estos propósitos, la supremacía de Cristo se enfatiza a grado tal que al final del reino, la misma muerte será destruida. La humanidad tendrá entonces que volver a la armonía con el propósito divino, momento en que aun Cristo Jesús estará sujeto a su Padre celestial, para que Dios sea todo en todos. –I Cor. 15:24-28