ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 30 de septiembre

La Fe Requiere Amor Mutuo

Versículo Clave: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza, y la caridad, estas tres: empero la mayor de ellas es la caridad.”
—1 Cor. 13:13 (RV1909)

Escritura Seleccionada:
Heb. 13:1-3; 1 Cor. 13

LA PALABRA “CARIDAD”, como usada en nuestra lección, es más correctamente traducida “amor”. El amor puede definirse y expresarse desde muchos puntos de vista. Puede ser una disposición de buena voluntad para con los hombres. Puede ser demostrado por un acto desinteresado de bondad. El amor puede motivar a una persona a dar un donativo a una causa caritativa, deseando que su don pueda ser de alguna ventaja para los necesitados. Nuestro Versículo Clave es la conclusión de un discurso hermoso acerca de amor en el cual el Apóstol Pablo expone la naturaleza de amor. “La caridad [el amor] es sufrida, es benigna; la caridad [el amor] no tiene envidia, la caridad [el amor] no hace sinrazón, no se ensancha;… no piensa el mal.” (1 Cor. 13:4,5). Además, Pablo nos señala que el amor “No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. La caridad nunca deja de ser.” —vss. 6-8

¿Cuán importante es la calidad de caridad, o amor? Se nos dice en 2 Corintios 9:7 que “Dios ama el dador alegre.” Esto nos indica lo que nuestra disposición debería ser cada día y cuán diligentes deberíamos estar en “cautiva[r] todo intento á la obediencia, de Cristo.” (2 Cor. 10:5) Debemos esforzarnos tanto como posible por mantener nuestros corazones llenos del amor, pues al hacerlo habrá poco espacio para los malos pensamientos y conjeturas para con otros. El que desea ser un hijo fiel de Dios debe darse cuenta de que la lealtad de corazón al Padre Celestial requiere mucho esfuerzo. Pablo nos dice que los cristianos deben “procur[ar] gobernarse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles á los hombres.” (Tit. 3:8) El amor es nuestro deber principal y perpetuo, y es el total y la culminación del desarrollo de los frutos de la santidad. “Sed santos, porque yo soy santo.” (1 Ped. 1:16) También debemos tener en nuestros corazones y en nuestras mentes la motivación para “dejar que el amor fraternal permanezca.” (Heb. 13:1) “Honrad á todos. Amad la fraternidad.” (1 Ped. 2:17) Para complacer a Dios, debemos desear conformarnos a su voluntad para nosotros, de modo que nuestros corazones puedan hacerse aun más ricos en las calidades de fe, esperanza, y amor. Cuando nuestros corazones se enriquecen en estas cosas, esto conduce a la comprensión de que deberíamos actuar de acuerdo con este deseo de corazón, y manifestar el amor, la bondad, y la consideración para con todos. “Así que, entre tanto que tenemos tiempo, hagamos bien á todos, y mayormente á los domésticos de la fe.” “En todo tiempo ama el amigo.” —Gál. 6:10; Prov. 17:17

Mientras hemos estudiado la fe en las lecciones de este mes, hemos concluido la serie que considera la importancia del amor. Nuestro Versículo Clave de 1 Corintios 13:13 también sigue este orden, comenzando con la fe y terminando con la caridad, o amor. Esto nos muestra que cada aspecto de ser agradable a Dios debe incluir el amor. Una parte importante de nuestra fe en Dios es la calidad de corazón de confiar en él, que sólo puede ser adquirida por el conocimiento de su carácter como revelado por el Espíritu Santo. Este conocimiento hace que le amemos sumamente. Como seguidores asidos de Jesús, hemos sido llamados a filiación con Dios, y tenemos la oportunidad ahora de desarrollar totalmente la calidad de amor en nuestros corazones y mentes. Este desarrollo de un corazón amoroso, basado en nuestra fe en Dios, se revela en estas palabras de nuestro Señor y Maestro Jesús: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante á éste: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.” “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” —Mat. 22:37-39; Juan 13:34,35



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba