Lección para 22 de julio

Un Rey Actúa a Favor de una Viuda

Versículo Clave: “Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey ordenó a un oficial, al cual dijo: Hazle devolver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de sus tierras desde el día que dejó el país hasta ahora.”
—2 Reyes 8:6

Escritura Seleccionada:
2 Reyes 8:1-6

NUESTRA LECCIÓN ES una continuación del relato encontrado en 2 Reyes 4:8-37, en el cual Elías restauró a la vida al hijo de la mujer sunamita. Después de hacer esto, Elías informó a la mujer que iba a haber un hambre en la tierra de Israel por siete años. Él recomendó que ella tomara su familia consigo y fuera a vivir en la tierra de los filisteos hasta que se terminara el hambre. Ella lo hizo, dejando su hogar en Israel. —2 Reyes 8:1,2

Después de siete años, la mujer volvió a Israel, sólo para descubrir que su casa, tierra, y posesiones habían sido confiscadas por otros en su ausencia. “Salió para implorar al rey por su casa y por sus tierras.” (vs. 3) Aunque no se declara el nombre del rey, probablemente era el Rey Joram de Israel. Providencialmente, al mismo tiempo que la mujer se dirigía al rey, él estaba conversando con Giezi, el criado de Elías. Giezi estaba relatando al Rey Joram todos los maravillosos milagros que Elías había realizado. Él estaba contando al rey acerca de cómo Elías había restaurado a la vida al hijo de una mujer sunamita cuando ella, junto con su hijo, vino para implorar al rey por su casa y por sus tierras. Con entusiasmo, Giezi exclamó, “Rey señor mío, esta es la mujer, y este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir.” —vss. 4,5

Sólo podemos imaginar el asombro de todos los que estaban presentes—la mujer, su hijo, el criado de Elías, y el rey, a medida que se desvelaron ante todos los acontecimientos que habían ocurrido a través de muchos años. Debería notarse que Elías no estaba presente en esta reunión, aunque era él que había estado envuelto en todas las experiencias que los habían reunido delante del rey. Nuestro Versículo Clave dice que para escuchar todo que había pasado, el Rey Joram designó a un oficial especial para asegurar que la casa, la tierra, y las posesiones de la mujer fueran restauradas a ella. Incluso el dinero ganado de los cultivos mientras estaba ausente le debía ser reembolsado.

Nuestra lección es más que sólo una historia con un final feliz. Esto convenientemente representa las bendiciones del reino venidero de Cristo aquí en la tierra. La restauración a la vida más temprana del hijo de la mujer señala el tiempo cuando ocurra la resurrección de toda la humanidad. Jesús habló de este tiempo, cuando “todos los que están en los sepulcros oirán su voz,… y saldrán.” (Juan 5:28,29) La restauración a la vida del hijo de la mujer era sólo una parte del cuadro. El hambre en la tierra de Israel por siete años ilustra el hecho de que el hombre ha vivido durante un hambre de verdad y justicia, en términos generales, desde que nuestros primeros padres se cayeron en el pecado. De igual modo que la mujer dejó Israel para morar en la tierra de uno de los enemigos de Israel, así también el hombre, expulsado del favor de Dios desde que el pecado entró en el mundo, ha estado obligado a morar bajo el dominio “del príncipe de este siglo,” Satanás. La conclusión gloriosa a la historia, en la cual la casa, la tierra, y las posesiones de la mujer fueron restauradas, demuestra que una vez que se acabe el hambre de justicia en este mundo, se le restaurará al hombre “todo lo que fue perdido” durante el tiempo descrito como “la restauración de todas las cosas.” —Lucas 19:10; Hechos 3:21