ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 3 de junio

Reglas para una Vida Recta

Versículo Clave: “No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios.”
—Ex. 23:2

Escritura Seleccionada:
Ex. 22:1 – 23:9

SE NOS REGISTRA EN ESTOS capítulos del libro de Éxodo el dar del Pacto de la Ley a Israel por Dios, su pueblo escogido. En particular, el modo de guardar o seguir las instrucciones de Dios en los asuntos que pertenecen a las actividades de la vida cotidiana fue explicado detalladamente en estos relatos. Estas leyes contenían provisiones para proteger a los débiles, a los extranjeros, y a los siervos. La dificultad en aquel tiempo y ahora es que el mundo ha continuado a seguir el camino hacia abajo a la destrucción. Este camino hacia abajo está basado en el egoísmo, que está en contra de las enseñanzas de la ley dada a Israel, así como de la ley de amor con el cual los seguidores asidos del Señor deberían vivir de acuerdo. Como siempre era el caso, algunos en el mundo viven en el plano un poco más alto, y con otros el plano de carácter es inferior. Por esto queremos decir que algunos son capaces de limitar su egoísmo. Ellos hacen una tentativa de buscar los límites de la justicia y ejercer algún dominio de sí mismo. Los demás caen totalmente en la injusticia y la deshonestidad. En el uno o el otro caso, sin embargo, la tendencia general es hacia abajo. “Porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.” —Mat. 7:13.

Las “nuevas criaturas” en Cristo Jesús deben seguir un estándar más alto. Ellas nunca deberían ir debajo de la justicia y la honestidad, y deben buscar elevarse tanto como posible encima del estándar mundano más alto, hacia el amor perfecto. El hijo verdadero de Dios debería esforzarse diariamente por cumplir con las palabras de Jesús en el siguiente versículo, “Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” (vs. 14) Pocos “hallan” el camino estrecho debido a que toda la humanidad nace en condiciones más o menos adversas y en ambientes desfavorables. La mayoría sigue en el camino del cual nacieron. Como consiguiente, la mayoría de la humanidad diariamente pierde cada vez más su poder de resistir el hacer mal, y sigue cayendo más lejos de conocer al Dios verdadero y vivo. Los seguidores asidos del Señor, sin embargo, son amonestados: “Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.” —Lucas 12:31

Esta es la culpa del sistema presente, en el cual la gente siente la presión constante de competir el uno contra el otro, el cual existe bajo la influencia de Satanás, tanto que muchos de la humanidad se hacen “seguidores” que siguen a la manada, y por lo tanto toman decisiones incorrectas. Tal es el razonamiento defectuoso de la sociedad de hoy. A través de la historia humana parece que la gente frecuentemente trataba de tomar el “camino más fácil” para sus problemas, y a su vez, cayó más profundo en el pecado y la decadencia moral. Verdaderamente el Apóstol Pablo dijo, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” —Rom. 3:23

Ningún poder puede corregir, controlar, o cambiar todas las dificultades que existen en el mundo hoy excepto la solución que Dios ha prometido, el reino venidero de su Hijo amado. Las palabras de exhortación dirigidas a la clase de la Iglesia en este tiempo de Efesios 5:1 también serán verdaderas entonces para el mundo: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” Esta será una realidad en el reino Milenario de Cristo, en el cual la humanidad será liberada de la esclavitud y de la maldición de la condenación adámica. “En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera.” (Jer. 31:29) El hombre estará fuera del control del gran Adversario, Satanás, y la ley de aquel día que se enseñará y se impondrá será la regla de amor.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba