ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 12 de febrero

Liberados de la Ley Mediante Cristo

Versículo Clave: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.”
—Gál. 3:13,14

Escritura Seleccionada:
Gál. 3:1-14

LA ACEPTACIÓN DEL sacrificio de Cristo es la base de la relación del creyente con Dios durante la Edad Evangélica. Pablo enérgicamente recuerda a los hermanos que al haber recibido el Espíritu Santo, sería impropio someterse a la esclavitud de la Ley Mosaica, que no podía ofrecer la vida a ningún ser imperfecto. —Gál. 3:1-3

Pablo también subraya el hecho de que Dios apreció mucho a los individuos que demostraron fe aun antes de la muerte de Cristo y del comienzo de la Edad Evangélica, durante la cual la iglesia está desarrollándose. “Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.” —vss. 6-9

La Biblia también afirma que el favor con Dios no puede ser alcanzado por pecadores que intentan hacer obras de la Ley. (Deut. 27:26) Sólo Jesucristo durante su ministerio terrenal fue capaz de cumplir con el estándar divino y realizar cada rasgo de ella debido a su perfección y obediencia a la voluntad de Dios. —Gál. 3:11

Nuestro Versículo Clave enfatiza la necesidad de la crucifixión de Jesús para redimir a los que estaban bajo la condenación debido a su inhabilidad de guardar la Ley Mosaica. Además, los beneficios de la muerte de Cristo se ofrecerían a los gentiles en cumplimiento del Pacto Abrahámico por el cual todas las familias de la tierra serán bendecidas.

El propósito de Dios tanto para los judíos como para los gentiles se llevará a cabo mediante Cristo, que se identifica como la Simiente de Abrahán. Cuando el Reino prometido sea establecido, esta realidad será apreciada por todos. —vs. 16

El propósito del Pacto de la Ley consistió en demostrar a los israelitas su inhabilidad como pecadores de guardar el requisito de obediencia perfecta a Dios. También sirvió para prepararlos a recibir a Cristo cuando él se presentó como su Salvador durante su ministerio terrenal. —vss. 19-22

Con la excepción de un remanente santo que aceptó los beneficios de la muerte expiatoria de Cristo a su favor, los judíos en sí permanecen bajo la maldición del Pacto de la Ley, el cual no se quitará hasta que se establezca el Nuevo Pacto. —Jer. 31:31

Durante la actual Edad Evangélica, a los judíos fieles se les han dado una oportunidad de asociarse con Cristo Jesús en el otorgamiento de las futuras bendiciones a la humanidad.

“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.” —Gál. 3:28-29

¡Qué maravillosa provisión!



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba