ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 1 de enero

Dios Cuida a José

Versículo Clave: “No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”
—Gen. 39:9

Escritura Seleccionada:
Gen. 39:1-23

LA HISTORIA DE LA VIDA de José incluye muchas lecciones y ejemplos para el cristiano hoy en día. Al ser vendido a los ismaelitas, José fue llevado a Egipto y vendido a Potifar, un oficial de Faraón y un hombre muy rico. El relato dice que “Jehová estaba con José” (Gen. 39:2), tanto que Potifar también reconoció que todo lo que hacía José prosperaba. —Versículo 3

Los versículos 4-6 de nuestra lección declaran que José “halló gracia,” o favor, en los ojos de Potifar. Como resultado, Potifar le hizo mayordomo de su casa y de todo lo que tenía. Ya que Dios estaba con José, esto significaba que todo lo que José supervisaba para Potifar prosperaba. “Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José, y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.” La confianza que Potifar tenía en José era tanto que “dejó todo lo que tenía en mano de José,” sin pensarlo.

Qué ejemplo tan estupendo es José para nosotros en este aspecto. Como cristianos, también debemos ser la gente más confiable y confiada en el mundo por lo que concierne nuestras responsabilidades terrenales. Debemos cumplirlas como si fueran para Jehová, justo como si le sirviéramos directamente. Si lo hagamos tanto para él como para los que servimos, recibiremos una bendición correspondiente, como sucedió con Potifar. El principio bíblico por el cual Dios juzga todo nuestro servicio, sea según criterios espirituales o temporales, se demuestra en las palabras, “Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.” —Mat. 25:21

Los versículos 7-18 de nuestra lección describen el ardid malo de la esposa de Potifar. En resumen, ella intentó seducir a José y repitió sus propuestas amorosas en varias ocasiones. José se negó cada vez, citando dos razones importantes. Primero, ceder a sus propuestas amorosas sería una violación de su posición como el mayordomo de la casa y un pecado contra su maestro Potifar. Segundo, como se declara en el Versículo Clave, cometiendo tal acto sería un pecado contra Dios. Es importante notar aquí que el pecado habría sido cometido tanto contra el maestro terrenal de José como contra su maestro celestial. Para nosotros también, debemos tener en cuenta que la inmoralidad, como el llevar a cabo impropiamente las responsabilidades terrenales y temporales, también significaría una falta de fe en Dios. Estas cosas terrenales forman parte de nuestra administración, por la cual debemos rendir cuentas a Dios finalmente.

Después de una de las propuestas amorosas de la esposa de Potifar, ella cogió una de las prendas de José, (versículo 12) a medida que huía de la casa. Ella la mostró a los hombres de la casa, y luego a Potifar. Ella falsamente aseveró que era José que le había hecho la propuesta amorosa, y que sólo por causa de sus gritos que había huido, dejando la ropa. No sabiendo que su esposa había mentido, Potifar se enojó con José y lo puso en la cárcel. (Versículo 20) Para el cristiano, también podemos ser acusados falsamente de muchas cosas. Jesús nos recuerda que debemos considerar estas experiencias como bendiciones de parte de él. “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.” —Mat. 5:11

En el caso de José que era recto moralmente, Dios seguía estando con él. Se le dio la responsabilidad de vigilar a los otros presos y sus actividades. Aun en la cárcel, “Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.” —Versículo 23



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