ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 4 de diciembre

Una Bendición para Todas las Naciones

Versículo Clave: “Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.”
– Gen. 12:2

Escritura Seleccionada:
Gen. 12:1-9

NUESTRA LECCIÓN ESTÁ relacionada con los acontecimientos tocantes al llamado de Abram (padre enaltecido) por el Padre Celestial. Dios pronto le daría el nuevo nombre Abrahán (padre de multitud) y se le mostraría la magnitud de la tarea por la cual había sido llamado a completar. Esto también implicaría el punto especial de la lección acerca del llamamiento de la simiente de Abrahán, tanto natural como espiritual, y las promesas divinas hechas a ellos. Nos damos cuenta que éstas los constituirían el centro de esperanza para el mundo de la humanidad. Ellos como un pueblo ya habían sido usados por el Padre, pero las Escrituras indican que su influencia y utilidad para con sus semejantes sólo estaban comenzando. Estas bendiciones alcanzarán seguramente su realización durante la Edad Milenaria.

Sabemos por medio de las Escrituras que Abrahán pasó su vida temprana en “Ur de los caldeos.” (Gen 11:27-31) Él nació dos años después de la muerte de Noé, y Lamec, el padre de Noé, nació casi 60 años antes de la muerte de Adán. (Gen.5:25-32; 9:28, 29) Por lo tanto, podemos ver que la historia tradicional involucrando a estos siervos de Dios tuvo pocos vínculos hasta el tiempo de Abrahán, aunque el período fuera de casi 2000 años. Sin embargo, Dios usó a Moisés como un registrador de los acontecimientos encontrados en el libro de Génesis. Los acontecimientos importantes en las vidas de los individuos, así como sus cronologías, se registraron para nuestra ventaja, para proteger la cadena de la historia. Esto debe ayudarnos a entender que Abrahán estuvo directamente de esta línea, como una de las mejores ramas de los descendientes de Noé. Esto también debe servir para demostrarnos que cada siervo verdadero del Señor que humildemente confía en sus promesas recibirá el estímulo cuando se esfuerce por andar fielmente en sus caminos. “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” —Rom. 8:31

Al seguir leyendo el relato, esto nos conduce a lo que ha llegado a conocerse como el Pacto Abrahámico, “Serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” (Gen 12:3) A Abrahán y a sus descendientes debe ser evidente que este pacto trajo con ello un gran cambio. Ellos ahora serían claramente los herederos de la promesa. Abram seguiría la dirección de Jehová y se marcharía con su familia a la tierra de Canaán. (Gen 12:1, 4-6) En años futuros, tendría la guía y la ayuda de nuestro Padre en todos los asuntos de la vida.

La comprensión de que Dios está con nosotros y que busca constantemente maneras de ayudarnos en todas las experiencias de la vida debe ser una fuente constante de estímulo para nosotros. (Heb. 13:5, 6) Cada uno debe buscar cuidadosamente la dirección de la providencia divina y darse cuenta de que sólo cuando coopera con Dios es que puede llevar a cabo algo de valor. Debemos agradecerle por ser un Padre fiel para con nosotros y seguir estas palabras, “Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” (Prov. 3:6) Nuestro Padre nos asegura que tendremos su ayuda y guía para ayudarnos en cualquier experiencia que puede sobrevenirnos. “Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano.” —Isa. 42:6



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba