ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 18 de septiembre

Enseñando Valores

Versículo Clave: “El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.”
– Prov. 15:32

Escritura Seleccionada:
Prov. 10:1 – 15:33

AUNQUE LAS ENSEÑANZAS de estos proverbios parezcan ser claras, seguramente son dignas de consideración cuidadosa y piadosa. Ellas nos sugiriesen una serie de preguntas que cada hijo de Dios debe usar para la introspección. Las palabras “menosprecia su alma,” realmente se refieren a nuestro ser o persona. Así que, teniendo esto presente, cada persona debe preguntarse, ¿amo la instrucción y el conocimiento? ¿Los busco diariamente de acuerdo con la palabra y providencias de Dios? ¿Son los propósitos de mi corazón puros y rectos, trayendo consigo un sentido constante del favor del Señor?

Para ayudarnos a contestar estas preguntas tenemos que examinar la escritura, “El que ama la instrucción ama la sabiduría.” (Prov. 12:1) Esto se refiere a tener un deseo de todo lo que pertenece al amor y a la misericordia de nuestro cariñoso Padre Celestial. Pues, sabemos que, “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu.” (Sal. 34:18) Este dolor sincero hacia el pecado es el tipo de condición de corazón que Dios requiere de aquellos que él llama para formar parte de su familia de la fe. Esto indica que debemos entender que necesitamos a Dios y que le acudimos para ayudarnos a elevarnos encima de nuestras tendencias carnales caídas. Aquellos que son llamados según el propósito de Dios saben que su estado humilde en la vida presente es necesario. Esta disciplina ayudará a prepararlos para la gloria y el servicio que los espera en el tiempo venidero. También llevará a los fieles del camino de pecado e impiedad a la justicia, la fe, y la confianza en Dios.

Nadie puede estar a la altura de la imagen gloriosa de Dios, como se representó primero al padre Adán. Se nos dice que, “No hay justo, ni aun uno.” (Rom. 3:10) Todos están destituidos del estándar de Dios y necesitan la misericordia divina. También nos damos cuenta de que los que el Señor llama están cubiertos por su “manto de justicia.” (Is. 61:10) De esta manera sus imperfecciones involuntarias están cubiertas y Dios puede llevar a cabo su trabajo perfecto en nosotros.

Ya que los valores pueden referirse a aquellas cosas que son deseables, útiles e importantes para nosotros usar como base de nuestras vidas, debemos acudir a Dios para las cosas más atesoradas. Tenemos la promesa, “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera.” (Is. 26:3) La palabra “perseverar” tiene muchas definiciones, pero la que mejor aplica es “permanecer por” o “durante.” Esto implica la capacidad de vencer o aguantar, que nuestras mentes están manteniéndose llenas de las promesas preciosas de Dios. Una mente llena de su palabra entonces hace que preguntemos si estamos haciendo todo lo que podemos para que se quede allí. “La memoria del justo será bendita.” (Prov. 10:7), “Manantial de vida es la boca del justo.” (Prov. 10:11), “Camino a la vida es guardar la instrucción.” (Prov. 10:17) Esto mantiene la verdad de Dios en nuestra memoria y luego usa aquella instrucción para servir a Dios y la causa de verdad y de justicia. “Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.” (2 Cor. 8:12) Este deseo está reflejado en las palabras, “Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro… en esto pensad.” —Fil. 4:8.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba