ESTUDIOS INTERNACIONALES DE LA BIBLIA

Lección para 17 de julio

Aprovéchese de la Fuerza de Dios

Versículo Clave: “Y clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová les levantó un libertador, a Aod hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a Eglón rey de Moab.”
– Jueces 3:15

Escritura Seleccionada:
Jueces 3:7-31; 21:25

LA LECCIÓN DE HOY SE enfoca en dos experiencias de la liberación del pueblo de Dios Israel que siguieron períodos en los cuales habían servido a otros dioses. En el primer caso, ellos “sirvieron a los baales y a las imágenes de Asera,” (Jueces 3:7) y por lo tanto fueron entregados al rey de Mesopotamia y le sirvió durante ocho años. Finalmente, cuando “clamaron los hijos de Israel a Jehová,” (Jueces 3:9) él levantó un libertador fiel, Otoniel. “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla.” —Jueces 3:10

A causa de la fidelidad de Otoniel, el rey de Mesopotamia fue derrotado “y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz.” (Jueces 3:11) Uno pudiera pensar que este período largo de descanso que resultó del nombramiento de Otoniel por Dios como un juez habría tenido el efecto de traer los corazones de los israelitas en conformidad más cerca con los objetivos y los mandamientos de Dios. Sin embargo, tristemente tal no fue el caso. Después de la muerte de Otoniel, “volvieron los hijos de Israel a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.” (Jueces 3:12) Esta segunda desviación por Israel de servir a Dios causó más que ser entregado a una nación pagana. Esta vez tanto los amonitas como los amalequitas atacaron a Israel, y una tercera nación, Moab, tomó cautivos a los israelitas para servirlos. “Y sirvieron los hijos de Israel a Eglón rey de los moabitas dieciocho años.” —Jueces 3:14

Notamos una lección aquí. En el primer caso, Dios permitió que Israel sirviera bajo el rey de Mesopotamia durante ocho años. En el segundo caso, porque no habían aprendido algo de la primera experiencia, él les permitió servir a Moab durante dieciocho años. En nuestra vida, si Dios percibe que estamos extraviándonos de obedecer su voluntad, él puede permitir que una experiencia difícil ocurra que está diseñada a traernos en más plena armonía con su plan y su voluntad para con nosotros. Sin embargo, si tal experiencia falla de cumplir esto, Dios puede permitir que una experiencia aún más severa nos suceda. Esto no es para dañarnos eternamente, sino para enseñarnos las lecciones necesarias de obediencia humilde a sus mandatos.

Después de un período de dieciocho años de servicio a Moab, nuestro Versículo Clave otra vez indica que el pueblo clamó a Jehová. Él levantó a Aod quien, según la carne, parecía una persona improbable para liberarlos. Primero, él era de la tribu más pequeña y más insignificante, Benjamin. Segundo, él era zurdo, que se consideraba un defecto físico severo en cualquier persona, mucho menos alguien elegido para ser un líder. El Apóstol Pablo nos recuerda que “lo débil de Dios es más fuerte que los hombres… lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios… a fin de que nadie se jacte en su presencia.” —1 Cor. 1:25, 27, 29

Aunque Aod pareciera una opción improbable, por la fuerza de Dios y por seguir sus instrucciones detalladas (véase Jueces 3:15-26), él mató al rey Eglón de Moab y ganó la liberación de los israelitas de su mano. Al enterarse de la muerte de Eglón, los israelitas se aliaron con Aod y mataron diez mil de los moabitas, “todos valientes y todos hombres de guerra.” (Jueces 3:29) Como Dios les había dado la experiencia más severa de servir a Moab dieciocho años, él ahora los bendijo, no sólo con cuarenta años de descanso (véase el versículo 11), sino “reposó la tierra ochenta años.” (Jueces 3:30) Así, otra vez, la obediencia fue recompensada de tal modo como la desobediencia había sido castigada.



Asociación De los Estudiantes De la Biblia El Alba